Los medios de Estados Unidos se salieron del protocolo usual en estos casos. Difundieron mesas redondas dedicadas a atacar fuertemente a la automovilística japonesa Toyota porque, según los medios, esta había sido la culpable en la muerte de una mujer de 66 años. Esta semana, un jurado de Los Ángeles, California, ha exculpado a Toyota de lo que se le acusó en todo el país. Se esperaría, eticamente, una respuesta a favor de la nipona igual al tamaño de la falsa acusación.
Hace más de un año atrás, el fallecimiento de la mujer de 66 años en Estados Unidos despertó una feroz campaña contra Toyota. Hoy, que el jurado de California, la exculpa, no hay medios que hayan dado tanta importancia al hecho como cuando se desgastó la imagen de la japonesa.
Toyota Motor Corp. dijo entonces que investigaría el caso. El propio presidente mundial de la firma, el señor Toyoda, pidió discupas públicas tanto en Japón como ante el Congreso de Estados Unidos, calificado ello como algo inédito en la vida de la industria automovilística.
Se decía entonces que el acelerador de los autos Camry se quedaba pegado con la alfombra. Se hicieron pruebas, estudios…
Hoy, la corte de California dice que Toyota nada tuvo que ver con el accidente mortal donde una mujer impactó su Toyota Camry 2006 contra un árbol que aceleró en vez de frenar. No fue un defecto del auto sino que un hombre imprudencialmente se fue contra la mujer motivando el accidente. Hoy, ese hombre tendrá que pagar una multa de $10 millones de dólares para resarcir los daños.
Pero los medios en EEUU ahora callan y no limpian la imagen que ocasionaron de la firma automovilística japonesa.
Aquí en Al Volante acusamos a esos medios tendenciosos que ahora se hacen los occisos, sinvergüenzas, ante la reparación del daño que Toyota debería exigir.