Uno de sus proveedores de plástico ha ocasionado que la planta de Chrysler con sede en Windsor, Canadá, deberá cerrar sus puertas hasta el 1 de febrero, aunque algunos consideran que antes de esa fecha el fabricante de piezas de hule pueda volver a abastecer con regularidad a la fábrica.
Los ejecutivos de Chrysler Canadá no quisieron decir a los delegados de la Canadian Auto Workers (CAW) qué proveedor es el que ha fallado en el suministro de piezas de plástico. «No lo podemos hacer porque si se emprenden aspectos legales pudiéramos dañar las investigaciones».
Sin embargo, algunos trabajadores de esa factoría ubicada en la frontera con Detroit, divididas sólo por el río hacia Estados Unidos, consideraron que la escasez de insumos para el plástico ocasionaron que el proveedor tuviera a su vez fallas en la producción de las piezas de hule.
Las partes declarantes dicen que el asunto se regularizará para el 1 de febrero próximo. Sin embargo, esta situación provocará que se dejen de producir algo así como 10,000 unidades en Windsor. Se ven afectados 4,900 trabajadores que sólo cobrarán el 80% de su sueldo, pero hay que añadir a los 1,200 trabajadores de las cinco empresas de autopartes que también paran por esta situación de la planta, a la que dejan de ensamblar otros componentes.