La buena noticia es que Lear, la empresa fabricante de asientos para automóvil, se salvó de la bancarrota y ha salido del capítulo 11 de la Ley de Quiebras en Estados Unidos, pero ha tenido que sacrificar a la base trabajadora en la planta de España. Los obreros despedidos dicen «queremos vivir, no sobrevivir».
La planta Roquetes en Ebro, Cataluña, ha anunciado que tendrá que cerrar sus puertas en un esfuerzo de la firma norteamericana por salir de una vez por todas de los números rojos que la pusieron al borde de la quiebra hace apenas cuatro meses.
Lear, fabricante multinacional que también tiene presencia en México con varias plantas de componentes, tendrá que echar mano del recorte de algunas factorías para sobrevivir a su vez.
Unas 500 personas se manifestaron hoy en Cataluña contra el anunciado cierre de la planta Lear (Roquetes). Serán despedidos 518 obreros.