Salón Detroit.– Corvette Stingray, auto del año; Ford F-150 2015 motor de aluminio y nuevo Chrysler 200

DETROIT, Michigan (Especial).– La nieve amainó. -6 grados centígrados pero en cualquier momento la tormenta de -20 ó -30 grados regresará. Inicia el North American International Auto Show, NAIAS. El Salón de Detroit. A las 7.30 la prensa gringa determina al Corvette Stingray, Auto del Año y a Chevrolet Silverado, Camioneta del Año. Bill Ford presenta la nueva Ford F-150 2015 con motor de aluminio V6. Toyota presenta el FT1 del que a lo mejor sale el nuevo Supra y Chrysler revela el nuevo 200. Sergio Marchionne estará tres años más en FIAT-Chrysler.

Chrysler 200. Llegará a México este mismo año (Foto Chrysler).

Rápido, subirse al encuentro de la Asociación de Fabricantes de Alemania, VDA. Nada, es a puerta cerrada.

A las 7.30 el Auto del Año es para el Corvette Stingray. «Se lo merece, es un super auto», dicen los colegas más avanzados en el conocimiento tecnológico de la bestia. Y Camioneta del Año para la Chevrolet Silverado. «A con razón GM ocupa el exhibidor más grande del Salón», dicen los incrédulos. Nosotros, sin comentarios. Ya se había hablado de esto en días pasados.

La Arena del Centro Cobo se comienza a llenar de reporteros. Más de 5,000 se acreditaron. Se ve. El frío hace los mandados adentro del Salón. Va a hablar Bill Ford. La cara restirada, no es el mismo de hace tres años. Se murmura que se va a trabajar a Microsoft. Con todo y su cinta negra del karate, parece que ya no lo quieren. También Mulally emigrará. La novedad es la F-150 que seguirá produciéndose en Dearborn, la primera planta. Y en 2015 en Kansas. Buen diseño, motor V6 más ligero «el más ligero de toda la industria», vocifera Bill. Sonrisas de los reporteros.

La gran troca F-150. Claro que vendrá a México. Siempre hay adeptos (Foto Ford).

Los japoneses están invadidos de reporteros. ¿Qué pasa en Toyota? Pues que la foto del RC-F de Lexus ha despertado la fiebre de los fotógrafos que invaden las áreas comunes de las dos marcas. Imposible que el Autoshow se cubra con un solo reportero. Otro debe apartar lugar en la siguiente conferencia (una cada 20 minutos). Bueno, pues ya están ocupados los lugares para la segunda conferencia del día. Toyota exhibe el prototipo o concepto FT1, parece auto de carreras. Dicen en la presentación que no es el futuro Supra. Pero nada más vemos la silueta del auto y su contorno nos lleva directamente a pensar lo contrario. Con base en él, el nuevo Supra.

Caprichosas, espectaculares líneas en el Toyota FT1 (Foto Toyota).

Corriendo a Chrysler pero ¿qué pasa en el exhibidor de Nissan? Hay gente, pero hay pancartas. ¡Oh, Dios! Son trabajadores de la planta de Canton, Misisipi. Están protestando por lo que dicen «están violando nuestros derechos laborales» ¡Zambomba! No veíamos eso desde que los trabajadores de CIVAC en Morelos (México) pedían aumento salarial en aquellos años en donde los sindicatos eran realmente libres. Y boicotearon la producción arrojando tornillos a los carburadores de los autos (verdad que no me dejarán mentir algunos foristas). Pero ¡¡Detroit con pancartas!! ¡Órale, todavía hay.. ganas de los obreros por revelarse. Esto sí es democracia!

Bueno, ya el comentario en Chrysler es lo dicho por un ejecutivo en corto: Sergio Marchione, presidente de FIAT que ahora es absoluto dueño de la firma estadunidense, no se va antes que pasen tres años más. La italianización de Chrysler, se habla en los corrillos, en los pasillos.

Presentan el 200, nueva línea, juzgue usted. El colega gringo nos hace cara de fuchi, no le gustó el vehículo. Bueno, habrá que hablar de él en nota aparte. Pero de que viene a México, viene.

¡Aguas! para la noche se pronostica otra helada con nieve. ¿Y la cena? Pues a forrarse para los cocteles y reventones nocturnos que apenas si le dan calor humano a la helada Detroit.

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