Luego del fallido atentado en un avión holandés el pasado 26 de diciembre, el Autoshow de Detroit se prepara del 11 al 24 de enero en el Centro Cobo de esa ciudad para efectuar la edición 2010 donde el principal atractivo será la «Avenida Eléctrica» con 37,000 metros cuadrados para pruebas de manejo.
(En la foto, el Hyundai Génesis premiado en la edición 2009 como Auto del Año por la prensa norteamericana).
La autoexpo más importante de la Unión Americana se prepara para recibir a más de 7,000 periodistas que ya se han acreditado para conocer, antes que el público, las novedades del año 2010 y aún las propuestas 2011 de la industria mundial del automóvil.
La parte que más llama la atención es la creación por primera vez de la «Avenida Eléctrica», un anexo al Centro Cobo que será un área de 37,0000 metros cuadrados de una vía con árboles (secos por la temporada) por donde transitarán los autos eléctricos presentados por algunas de las 60 marcas que expondrán en el Autoshow de Detroit.
Los organizadores del llamado oficialmente North American International Auto Show (NAIAS), programan una noche de caridad donde los fabricantes donan en efectivo recursos para ayudar a niños enfermos, el día de la industria donde sólo recorren la expo los fabricantes y exhibidores, los días de prensa que son dos, 11 y 12 de enero y los demás días para el público.
Las puertas para la prensa abrirán desde el lunes 11 de enero. Los medios tendrán que resistir un trato aún más hostil por parte de las autoridades migratorias norteamericanas luego del fallido atentado del 26 de diciembre cuando un ciudadano nigeriano pretendía hacer estallar un avión holandés cuando se dirigía de Amsterdam a Detroit (20 minutos antes de llegar a esta estación). El artefacto entre las piernas del nigeriano falló y le quemó a este y a quien le detuvo para evitar completar el atentado.
En condiciones «normales», las autoridades del aeropuerto de Detroit son hostiles hacia los visitantes extranjeros y más hacia los periodistas, no se diga si son mexicanos y si usted alguna vez visitó Cuba. Seguro lo llevarán a los separos y lo interrogarán por 20 minutos como mínimo. Usted es un sospechoso, posible terrorista y visitante no grato para ellos.
Pero así es ese mundo de la libertad occidental entendido al modo de los norteamericanos. Quienes ya se acostumbraron, sólo agacharán la cabeza y obedecerán algo temerosos de que les sean descubiertos «fines» terroristas.