Cuando el exfiscal Anton Valukas, encargado de investigar el caso General Motors de llamados masivos a reparación, tomó el micrófono ante el Subcomité de Energía y Comercio el día de hoy en el Capitolio, en Washington, Estados Unidos, citó a Laura Andrés, empleada que había dicho en febrero 2 de 2005 que miles de Impalas estarían involucrados en otro «recall». Los problemas se le complican a la presidente de la automotriz, Mary Barra.
Mary Barra y Anton Valukas juran hoy en el Capitolio (Foto agencias).
La sesión tuvo momentos de gran tensión. De repente sonaban frases como «O estoy loco o esto es un gran escándalo», cuando un representante demócrata le preguntó a Valukas si este asunto de los millones de llamados a revisión de autos de General Motors son una incompetencia o un encubrimiento. Y el exfiscal dijo, «creo firmemente que fue un problema de incompetencia».
Desde el 2 de junio que comenzó el gran escándalo para la automotriz número uno de Estados Unidos, han despedido a 15 personas, incluido el ingeniero Ray DeGiorgio, responsable de dar visto bueno a los interruptores de encendido fallidos (2.6 millones de unidades).
Delphi México produce esos interruptores, y la empresa fue nombrada hoy por el Subcomité de Energía y Comercio de los diputados en Washington.
La empresa fabricante de autopartes ha mostrado poca colaboración con nosotros, ha dicho Valukas.
El caso de los Impala en 2006 abarca a 3.4 millones de unidades, pero al parecer todo se detuvo con miras a no hacer más grande el escándalo. Laura Andrés, empleada, mandó un correo donde avisó del problema, de los defectos en el switch de encendido de esos vehículos que se repente se apagaban. El caso se cerró ese año.
Cuando los diputados se enteraron que el caso se cerró, comenzaron las preocupaciones sobre encubrimiento por parte de GM. Mary Barra salía al quite diciendo que la empresa va con fuerza a resolver todos los problemas que se presenten.
¿Y cuántos se han presentado? Se han reparado hasta la fecha 199,457 autos con el problema de encendido. Se llamó a 2.6 millones. O sea.
Los Cobalt en 2005 tuvieron problemas, pero GM no actuó porque «este no fue defecto, ya que el auto se podía controlar sin ningún problema». Hubo risas de los diputados. El caso es de los switch que se apagaban. Y otras unidades presentaron problemas de que las bolsas de aire no se activaban.
Las cosas se siguen complicando a General Motors. Hoy fue la segunda sesión pero seguirán las preguntas en un documento con 325 páginas pero cuyos legajos de investigación ya conforman miles de hojas.