GM compromete plan para Opel en diciembre

Aunque el comité ténico de trabajadores le miraba con incredulidad hoy en la planta de Opel España, en Figueruelas, Nick Reilly, jefe de Opel en Europa les decía «en diciembre tendremos listo el plan de reestructuración», ofreciendo su compromiso para ello. El comité no quiere ningún cambio que empeore lo ya ofrecido por Magna en octubre pasado.

GM plan para Opel en diciembrePero el ejecutivo no se tocó el corazón para decirles también que tendrá que haber recortes para hacer a las subsidiarias más rentables. Se prevé que haya el recorte de unos 10,000 puestos de trabajo.

El comité de Figueruelas, conformado por el responsable de la planta Opel España pero también por la parte laboral, señaló que el suelo del que se debe partir es lo ya acordado con Magna en octubre pasado, la empresa de autopartes que compraría a Opel hasta que GM reculó del ofrecimiento y prometió sacar adelante a la firma (aunque en Estados Unidos ha anunciado recientemente pérdidas de $1,150 millones de dólares al tercer trimestre del año). Magna decía que iba a despedir a unos 900 operarios en Zaragoza, y no más.

Hay exceptisismo en la parte laboral española: «¿Cómo va a sacar a Opel adelante si sigue teniendo pérdidas en Estados Unidos y también aquí?», decía un trabajador esta mañana en Zaragoza, captado por la televisión ibérica.

La producción de Opel en las nueve plantas ubicadas en seis países de Europa, deberá reducirse en 2010 entre un 20 a 25%, dijo Nick Reilly. Inglaterra con dos factorías de Vauxhall; España con una en Figueruelas; Bélgica con otra; Alemania, con tres;  Polonia una y Rusia dos, representan un gran potencial para Opel en Europa. GM no quiere deshacerse de ellas porque le representaría perder presencia global realmente. Muchos analistas lo dijeron en EU. GM hizo caso hasta que aprovechó la coyuntura de la comisión técnica europea que llamó a revisión el caso Magna-Opel-GM. Las cosas no marchaban bien en la negociación. Y Merkel ganó con la promesa de la venta. Falló. Y ahora en el las cámaras alemanas no tiene descanso.

Las cosas andaban tan mal, que el propio Carl Peter Foster, hasta septiembre presidente de GM Europa, renunció por el sabor amargo que su dirección le dejaba. ¿Y saben quién lo llamó de inmediato? Ni más ni menos que Tata Motors, para dirigir el negocio automotriz.

Ratan Tata se soba las manos al haberse llevado a un hombre clave en el desarrollo y éxito de Opel en Europa (fuera de la miopía norteamericana de los negocios). Y Carl también, de haberse quitado de encima un yugo de prepotencia de los nacionalizados super ejecutivos de la General Motors, otrora la empresa automotriz más grande del mundo.





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