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El empresario austríaco y aficionado a las carreras de autos, Toto Wulff, adquirió «entre el 10 y 49%» de acciones de la empresa de Frank Williams y Adam Parr. «Nosotros seguiremos teniendo el control de la escudería y no voy a retirarme de este deporte», aclaró Frankie.
En una plática con medios británicos, Francis Owen Garbatt Williams (nacido el 16 de abril de 1942), afirmó que el viernes el inversionista de Austria, Toto Wulff, adquirió «algunas» acciones de su empresa. Más tarde diría que la adquisición de los papeles fue entre un 10 y 49% de las mismas, sin precisar el dato exacto.
No aparecen datos relevantes sobre este empresario austríaco, aunque Williams dice se trata de un entusiasta del deporte que puede llevarle a la escudería inglesa patrocinios.
Francis Williams tuvo en 1986 un accidente automovilístico al salir del autódromo de Paul Ricard, en Francia, que lo dejó con una parálisis en la parte inferior de la cintura. Desde entonces se mueve en una silla de ruedas. Dirige la escuadra Williams, aquella en la que Ayrton Senna perdiera la vida y que le costó al preparador una larga disputa legal en Italia de la que salió absuelto.
Entre líneas, en este espacio de alvolante.info podemos afirmar que la crisis económica global ha dejado muy lastimados a los equipos de la Fórmula Uno, no sólo a los ensambladores que han participado en el gran circo como Renault, Toyota, BMW, Mercedes, Honda… sino a los mismos equipos que no tienen la solvencia para salir adelante sin los patrocinios. Williams no es la excepción y seguramente ha hecho esta alianza para no sucumbir a mitad de temporada.
Al no llegar a acuerdos con las motorizaciones con equipos como Renault, decidirá en 2010 el motor Cosworth, una vieja fábrica ubicada en Inglaterra que promete haber mejorado sus máquinas para hacerlas competitivas contra las de Mercedes o la misma francesa.
Este movimiento es el que seguirán otras organizaciones de la F-1 para soportar un terrible 2010 que, a vistas de los verdaderamente conocedores y realistas de la economía global y no los maquilladores de mentiras, exigirá alianzas para sobrevivir un periodo difícil. Tan difícil como el 2009 que sucumbe.
