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Ya porque necesita dinero, o porque la desconfianza ha comenzado a reinar en el seno de la familia, el bisnieto de Henry Ford, William Clay Ford, presidente de la compañía, anunció hoy su intención de vender la sexta parte de sus acciones en Ford Motor Company para reunir unos $5 millones de dólares. «Es una decisión estrictamente financiera», dijo.
William Clay Ford es cinta negra.
En 2006 dejó su puesto de director general de la compañía al ex-directivo de la aeronáutica Boing, Alan Mulally (de 61 años), quien prometió sacar adelante a la empresa sin contar con la gran recesión que se le venía encima al gigante saliente, otrora ícono del capitalismo mundial, el neoliberalismo aplastante y la globalización.
No obstante, Billy se ha mantenido como presidente ejecutivo de Ford Motor Company.
Creada en junio de 1903 por Henry Ford, bisabuelo de Bill, el fundador siempre se opuso a que la empresa de abriera a capitales e inversionistas fuera de la familia. Pero eso quedó atrás. Ahora Bill, el eterno junior amante de la ecología, el buen gasto por doquier y las conferencias multitudinarias, está en aprietos económicos y pareciera que comenzara a dejar el barco con la insignia del óvalo azul antes que haga agua.
Bill Ford, de 51 años, está poniendo a la venta un millón de acciones a razón de $5 dólares por documento. Pero poseé muchas más (5 millones y fracción), tanto de las nominativas A como B.
La cuestión es que las acciones de Ford siguen bajando y bajando. De $6 pasaron a $5 dólares pero esta semana bajaron 37% y ya se cotizan en $4.5 dólares.
