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Decíamos hace dos años que FIAT nunca ha sido una empresa completamente estable desde el punto de vista de sus finanzas. Y aunque Italia también sucumbió en el futbol ayer, sus empresas automovilísticas y de camiones tampoco la llevan de ganar. La firma Iveco, filial de la Fábrica Italiana de Autos de Torino, tendrá que cerrar cinco plantas en Europa y reestructurar el negocio automotriz en Alemania. Difícil lo que viene para esa empresa.
El Grupo FIAT ha atravesado por varias crisis estructurales en el pasado. Pero la más reciente fue en los años 2000 cuando la firma tuvo que llamar a Sergio Marchionne, un abogado que ya les había dado buenos resultados en la demanda contra General Motors y con ello ganó el sillón principal de la mesa directiva en Torino (Turín), Italia.
Marchionne impulsó un cambio en la forma de ver el negocio de los automóviles. Agresivo como es, aunque nunca abandona la sonrisa en su rostro –ni tampoco el eterno suéter negro que lo caracteriza, aún en los eventos oficiales más importantes, ya que lo usó frente a Calderón cuando vino a México–, reimpulsó a la empresa comprando acciones de Chrysler en la crisis del 2008 y donde la empresa estadunidense se remató al mejor postor.
De entrada, Sergio obtuvo dividendos de la norteamericana de Estados Unidos sin desembolsar un sólo euro. Con base en las promesas convención a la directiva del Grupo Chrysler LLC para que creyeran en él.
Al tiempo, fortaleció la presencia de FIAT en Estados Unidos. Un regreso triunfal luego de las derrotas de su producto ante una cultura estadunidense hecha con base en motores rugientes y mucho consumo de gasolina. El 500 vino a encender la llama de una nueva cultura del ahorro de combustible. Y en buen momento para los ciudadanos de un país consumista por demás.
Hasta un premio ganó Marchionne en Detroit por su visión empresarial.
Pero la crisis italiana, financiera, económica, y cuasi social, ha mermado los esfuerzos de FIAT por salir adelante y olvidar la pesadilla de los años 2000. En 2010 la firma peninsular esperaba un renacimiento. Pero la crisis no la ha dejado flotar y con este anuncio de cerrar hasta cinco plantas que dejarán en la calle a varios miles de trabajadores en varias partes de Europa, FIAT vuelve a la cuadrícula de las empresas automotrices con problemas.
Veremos así el futuro de Chrysler. Si lo hay.
