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De seguir sin una política industrial con rumbo, Canadá no sólo perderá otros 50,000 empleos, sino que pasará de país productor a importador. La Canadian Auto Workers, CAW, analiza la situación de ese país que pasó del cuarto lugar mundial en producción al 10 en sólo 13 años. Los obreros consideran que Canadá debe tener un auto propio en manufactura y en ventas.
El mayor sindicato canadiense ha preparado un documento llamado «Política Automotriz Nacional» en donde hace un llamado al gobierno para que defina políticas públicas la largo plazo. Y que tome una alerta en la falta de competitividad que ha perdido la industria canadiense en el mundo al pasar del cuarto lugar de producción en 1999 al décimo en 2011.
Ken Lewenza, presidente de la Canadian Auto Workers, ha declarado a Bloomberg el día de hoy que a ese país le urge pensar en la idea de tener su propio automóvil que sea del gusto de los canadienses y que genere una política automotriz seria y de largo plazo.
Analistas internacionales han pensado que países como Canadá están destinados a ser meros maquiladores y perder su poder de competencia y de generar su propia ingeniería automotriz.
En estos días el CAW debe iniciar el proceso de revisión de los contratos colectivos de trabajo con las empresas General Motors, Ford y Chrysler-FIAT.
El representante sindical ha dicho en el estudio en cuestión que el gobierno de Canadá no debe abandonar sus acciones que tiene dentro de General Motors, empresa a la que prestó recursos a fin de evitar la quiebra en 2008.
El presidente de CAW considera que es prioritario mantener su poder de influencia en las decisiones del mayor fabricante de automóviles de Estados Unidos.
El estudio profundiza en la crisis del dólar canadiense, el que se encuentra sobrevaluado y resta competitividad a la incipiente industria de autopartes, único sector que podría representar a una verdadera industria canadiense y su posibilidad a contar con una fábrica propia de automóviles, con desarrollo de diseño y tecnología «propios».
Analistas han dicho en Toronto que Canadá no supo aprovechar su cercanía con Estados Unidos. Fue un simple maquilador y pasó del cuarto lugar de producción al décimo porque perdió su capacidad de innovación y de actor principal en la zona de América del Norte, casi como un país automotriz satélite.
Para la CAW, Canadá necesita negociar con los grandes fabricantes como GM y Ford, una mayor participación canadiense en los procesos de fabricación de automóviles en la zona.
La industria canadiense da trabajo a 112,000 empleados y obreros y genera al año recursos por %680,800 millones de dólares estadunidenses.
«El no contar con una política automotriz nacional representa una enorme debilidad parra Canadá», sentencia el estudio de la CAW, en momentos en que la industria se ha reducido en un tercio de su tamaño de hace 12 años.
