Los análisis de hoy en la prensa europea son sobre Opel y Porsche. La quebrada GM se lavó las manos y dejó a la filial que tantos favores le hizo para mejorar sus productos a la buena de dios. Porsche y su gran soberbia alemana no lo acepta pero está a punto del colapso económico. Dos íconos del viejo continente también tocan fondo.
Como lo comentamos, Opel está buscando su sobrevivencia con base en ponerse a la venta. En ese proceso se encuentra negociando con uno de los mayores grupos fabricantes de autopartes de origen canadiense y austríaco, Magna International. Hata el momento, esta empresa tiene puesta su mira en adquirir parte de Opel, pero en las semanas recientes se ha generado un «in passe» en la operación.
La propia canciller alemana Ángela Merkel se ha interesado en conocer el proceso de negociación y en apoyar, de alguna forma, que esta se lleve a cabo exitosamente.
GM poco tiene que ver con Opel. Dejó una carta de entendimiento de la belga RHJ con Opel para hacerse de acciones.
Pero Chevrolet le debe mucho a la marca del rayo. Los modelos de más éxito en América Latina son Opel. Aún algunos productos en Estados Unidos llevan el sello Opel que luego fue cambiado por Chevrolet o Cadillac.
Porsche, en tanto, le debe $700 millones de euros a Volkswagen. Y esta la está presionando para que acepte una integración de las dos marcas que juntas representarían el 40% de las acciones de una nueva empresa, y un jeque árabe de Qatar tendría el 15%. La cultura germana en Porsche parece ver con malos ojos esta operación con los árabes.
Pero la realidad nos muestra que si Porsche no acepta las condiciones de negociacioón con VW y los nuevos apostantes, quebrará. Y en eso hay preocupación también de la canciller porque significan miles de puestos de trabajo acabados.
Volviendo a Opel, RHJ International, con sede en Bélgica, no ha quitado el dedo del renglón por hacerse de acciones de la alemana. Sigue siendo un postor al igual que Magna International.
Porsche, por su parte, deberá bajar su deuda de $700 millones de euros para entrar a un nuevo capítulo donde la empresa de Qatar tendrá un 15% de las acciones. La familia Piech está renuente, pero debe mucho dinero y el tiempo apremia.
Porsche debe por su parte $9,000 millones de euros ($12,600 millones de dólares) pero deberá limpiar la mesa para atender a los árabes.