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El gobierno chino pondrá sus restricciones para una negociación entre la empresa Sichuan Tengzhong Heavy Industrial Machinery y la división Hummer de General Motors, han dicho fuentes de ese gobierno.
De acuerdo con la agencia Reuters, el gobierno chino vigilará el proceso de acuerdo entre las dos empresas a fin que cumpla con la reglamentación china donde toda inversión o coinversión debe hacerse con mayoría de capital pero que también sea un proyecto viable.
Analistas en ese país consideran que las regulaciones y los financiamientos son dos de los rubros que se tienen que poner sobre la mesa para que General Motors entregue su división Hummer a Sichuan, sobre todo en la operación dentro de territorio chino.
Otro de los obstáculos lo representan las regulaciones chinas que en materia ambiental están siendo más estrictas. El proyecto Hummer, por su tamaño y consumo de combustible, no es viable con las determinaciones de China de bajar la contaminación sobre todo en ciudades como Beijing donde la polución atmosférica alcanza niveles escandalosos.
Una más lo representa el tremendo nacionalismo chino que busca que sus empresas inviertan sus capitales en su país y no en el extranjero.
Un punto más lo representa la inexperiencia de los chinos en operaciones globales, por lo que este es un punto en el que se debería poner especial atención.
El reporte insiste que GM busca deshacerse de sus divisones Hummer, Pontiac, Saturn y SAAB luego de una semana en que se declaró en bancarrota.
El apostador chino Sichuan mostró su interés de comprar esa división fundamentalmente para la producción en China donde este tipo de unidades serían benéficas para diversos sectores, incluido el militar.
Para el caso, GM va a permanecer con sus marcas Buick (que no se vende en México), Cadillac, Chevrolet y GMC en camionetas de gran tamaño.
