De Unión Europea a la desunión europea. La venta de Opel a Magna tiene contenta a Ángela Merkel y enojados a los otros presidentes de los países donde trabaja la exfilial de GM. Primero la Opel de Alemania y luego las otras Opel, piensa la mujer. No, si uno despide gente, los demás también, dicen Zapatero y otros mandatarios. La reestructuración tiene en jaque la cordialidad en el viejo continente.
(En la foto John Smith, representante de GM y el gobierno estadunidense para la negociación –en Berlín–, junto con Fred Irwin, su brazo derecho, con otros estrategas del paso de Opel a Magna).
El trabajo periodístico de Piere Benet, corresponsal de Radio Francia Internacional en Bruselas es excelente con el manejo de la información que minuto a minuto se da en el centro de negociaciones de General Motors-Opel AG-Magna International: Berlín.
Nunca una alianza, fusión o compra de compañía alguna en el marco de la Unión Europea había fracturado tanto al grupo de países integrantes. Lo de Opel no es un caso aislado de compra-venta. Es el futuro de 54,500 trabajadores de la eurozona, donde Inglaterra, España, Bélgica, Alemania, Polonia, Suecia (SAAB) y Rusia, tienen en juego sus intereses, sobre todo la generación de divisas vía la exportación y los miles de empleos.
Vauxhall tiene dos plantas en el Reino Unido dando empleo a unos 5,500 trabajadores. (Ellesmere Port y y Luton).
Opel cuenta con una planta en Figueruelas, Aragón, España con 7,500 trabajadores.
Antwerp, Bélgica, tiene una planta de Opel donde da empleo a 2,584 operarios.
Alemania tiene tres plantas de Opel –por ello es la más interesada en que la producción se concentre en el país de origen, la Adam Opel AG, la base patriótica del emisor de tecnología–. Son 25,103 obreros en toda Alemania, desde Russelsheim, Eisenach, hasta Bochum. Ángela Merkel discute en alemán y su diálogo parece grito feroz. «Ni un paso atrás», dirían los clásicos manifestantes mexicanos. No quiere ceder el cierre de alguna planta para que España siga con la suya. Mientras Gran Bretaña dará recursos si las plantas Vauxhall no cierran tampoco. Ni Bélgica, menos Polonia. Y los rusos se cuecen aparte porque aportaron dinero a través del banco Sberbank.
Trollhattan, en Suecia, da empleo a cerca de 4,000 trabajadores en la planta de SAAB. Aunque no directamente, pero cualquier cambio en la negociación con Opel alterará el futuro de esta firma por las sinergias, tecnologías compartidas y por los muchos intereses generados a través de 15 años.
Gilwice, en Polonia, poseé una planta Opel. Casi 3,600 operarios dependen de que Magna le dé juego. Muchos intereses, poca demanda de vehículos. Demasiados jugadores, pocas fichas.
Y por último Rusia, la Rusia del bloque BRIC (Brasil, Rusia, India y China). La que quiere mover sus operaciones en otra moneda que no sea el dólar –prefiere el euro e incluso promueve el yuang chino como moneda común en las operaciones–. Sólo tiene a una plantilla de menos de 1,000 trabajadores en San Petesburgo con una planta que produce Chevrolet y Opel. Pero es la que le ayudó a la canadiense Magna a acompletar el dinero para la compra del 55% de Opel Europa.
Y el último ingrediente que ha perdido fuerza pero allí está, es General Motors Company de Estados Unidos. Una empresa nacionalizada y en manos de los trabajadores que quieren el trabajo para USA y no para Europa. Pero a quienes les resulta imprescindible la tecnología de Opel, de la que dependen en más del 50% (piense en un vehículo de GM y sus marcas y más de la mitad proviene de esa tecnología hecha, crecida y desarrollada en Europa).
Magna les ha dicho a los directores de las plantas que se tienen que reestructurar esas naves y, en conjunto, disminuir o eliminar a 10,000 empleados en toda el área europea.
Todo esta mezcla póngala en una coctelera, y sabrá del tipo de bebida que se está preparando. 11 plantas dependen de las negociaciones.
Por otro lado, Ángela Merkel no puede irse por la libre. Depende de la Comision Europea para la toma de decisiones. Si la comisión considera que Alemania está violando las normas económicas de la Unión, su propuesta de privilegio hacia las plantas alemanas para los alemanes, no prosperará. Y comenzará la discusión.