Gobierno sueco indefinido por salvar a SAAB dejada por GM

General Motors deja al algarete a la automovilística sueca SAAB (con mayúsculas por sus siglas en sueco de fábrica de aviones), pero el gobierno de ese país tampoco la puede sacar de la bancarrota esta semana, por lo que los próximos días serán decisivos en la vida o el fenecimiento de la marca sueca que la semana pasada se declaró en algo que llamó «administración judicial» a manos de un tribunal en Vaenersborg, una declaración de ayuda por parte del Estado o de alguna empresa privada.

Allegados a la marca SAAB manifestaron que el gobierno de Suecia no está en condiciones de hacer una oferta o préstamo alguno por la firma que en 1990 recibió por parte de la norteamericana General Motors el interés por tomar acciones de la misma, luego en 2000 se hizo del control de la marca y en 2009 dice que ya no puede mantenerla.

Conocidos son los pésimos manejos que GM hizo de SAAB. En México se dio un ejemplo claro, a decir de uno de sus distribuidores de la marca Cadillac SAAB: «Desde que arrancamos con la operación no vimos suficiente apoyo sobre todo en la parte publicitaria. Tratándose de un excelente producto, la marca no nos respaldó con la suficiente promoción de la misma, a fin que más y más gente supiera de su existencia en el país. Las bajas ventas se debieron a una débil campaña en medios», enfatiza a alvolante.info uno de los vendedores de la marca.

La información oficial de GM a nivel mundial es que SAAB se acogerá a la ley de quiebras si Estocolmo no sale en su ayuda (que es lo más probable).

Esta situación tiene a SAAB en un vilo. Pero no sólo es la fábrica que da empleo a 4,000 personas en la planta de Trollhattan, sino la dependencia de 40 proveedores que dan trabajo a otras 25,000 personas. Por tanto, 30,000 individuos podrían irse a la calle en menos de un mes.

GM adquirió a SAAB en 1998 y en 2000 tomó el control de la marca absolutamente. En nueve años no hizo nada por fortalecerla. Al contrario, tomó sus mejores moldes, a sus mejores diseñadores, trasladando sus plataformas para ayudar a la crítica situación de Cadillac, cuyos modelos fueron un bandazo de un lado a otro por mejorar su apariencia de autos pesados y verdaderos «barcos» a unidades eficientes herederas de la mejor tecnología SAAB poderosa en la implementación de los mejores sistemas de turboalimentación del mundo.

Quien ha hecho pruebas con estos modelos sabe perfectamente del alto grado de desarrollo de esas unidades. Pero el sentir norteamericano de los «gurus» de GM en Detroit fue tan cerrado que sólo tomaron lo mejor de aquellos para aplicarlo en sus deteriorados Cadillac´s hoy también en crisis.

Por falta de atención, la marca SAAB bajó en sus ventas el año pasado en 25.5% con 93,338 unidades.

Quien tenga visión de negocio sabrá que rescatar a SAAB vale más la pena que seguir haciendo viables a marcas como Cadillac, Buick, GMC o Saturn, también a la baja esta última.

SAAB podría ser independiente si surgen inversionistas en los próximos días. Pero se ve difícil ante un panorama negro en la industria automotriz mundial.

El traslado de la tecnología a los vehículos norteamericanos en un proyecto que hace 10 años era de salvación., hoy se ve que fue una mala decisión y se llevaron entre las piernas a la marca sueca, sin razón, sin motivo justificable. El negocio bueno se hizo malo cuando este sirvió para las marcas insalvables.

La pregunta es si bastarán los $1,000 millones de dólares que SAAB requiere para su salvación, como dice su director Jan Ake.

El año pasado SAAB tenía un precio comercial de $300 millones de dólares. Con este anuncio de GM de dejar a su suerte a la marca sueca, este bajará.

Fuentes suecas comentaban hoy que el gobierno de ese país podría otorgar $600 millones de dólares para la sobrevivencia de SAAB, pero es una mera especulación porque otros allegados a Estocolmo dicen que es un esfuerzo en el que el gobierno debe pensar muy bien antes de decidirse.

La pregunta es: ¿Cómo actuarán los distribuidores mexicanos de SAAB ante el anuncio de GM de deshacerse de esa marca?

Obviamente la primera sensación es la de vender y cerrar esos puntos de venta, al menos con el logo SAAB.

El gobierno mexicano, en la letra, exige que cualquier marca que sea descontinuada, debe cumplir con el surtimiento de refacciones por un mínimo de 10 años. ¿Usted cree que sea hora de vender esos SAAB que quedan en la cochera de los consumidores?

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