Ford Motor Company ha anunciado que recortará la producción de sus plantas ubicadas en Europa en un 18%, lo que representa 355,000 unidades menos pero también el recorte de 6,200 puestos de trabajo. Por su parte, Volvo Cars aseguró que la fábrica de Ghent, en Bélgica, reducirá el ensamble de unidades y no se renovará el contrato a 300 personas.
Trabajadores incendiaron un auto en la planta de Genk, Bélgica (Foto agencias).
Ford dijo en un comunicado de medios que espera ahorros de hasta $500 millones de dólares en la baja de producción, recorte de personal y disminución de los inventarios que han aumentado porque la demanda se ha caído drásticamente.
Trabajadores de la planta de Genk, en Bélgica, se han manifestado hoy al interior y afuera de la fábrica, a fin de protestar al anunciarse un plan de recortes laborales y de ensamble. La protesta llegó al grado de que fue quemado el cuerpo de uno de los autos de producción.
Pero eso no es todo. El cese de 6,200 personas incluye que cierre dos plantas en Inglaterra, lo que también ha llevado a protestas de los trabajadores y de algunos congresistas que han alertado del fenómeno de desempleo en cadena que ello traerá para el sector de componentes, uno de los que mayor valor tiene en el Reino Unido, ante el cierre sistemático de plantas ensambladoras.
Por su parte, la planta de Ghent, Bélgica, de Volvo Cars, anunció hoy que ha reducido su producción de 59 autos por hora a 54. Para esto, la baja en producción obedece a una sobre capacidad existente en muchas fábricas en Europa, lo que ha ocasionado una generalizada posición de los fabricantes para reducir producción, correr gente y ahorrar en costos, bajando inventarios y mandando las unidades ya producidas a alguas otras regiones a fin de no tenerse que destruir.