Exige Congreso EU a automotrices planes de negocio en Dic. 2

El Congreso norteamericano, conformado en su mayoría por demócratas, no dio su brazo a torcer. General Motors, Ford y Chrysler deberán presentar cada una un plan de negocios el 2 de diciembre sobre cómo podrán ser empresas eficientes en vez de especular con sus capitales. En otras palabras, el dinero bueno del contribuyente estadounidense no se contaminará con el malo de las tres armadoras norteamericanas que piden un apoyo crediticio de $25 mil millones de dólares de los $700 mil destinados a las instituciones financieras, si las automotrices no son capaces de garantizar su uso.

La parte demócrata de los senadores, que tradicionalmente se han opuesto a ofrecer incentivos a la industria automotriz en Estados Unidos, demandó a las tres armadoras norteamericanas, que no son las más importantes por cierto, ya que Toyota, Honda y Nissan han producido estragos a Ford y Chrysler en este año, a que presenten un plan de trabajo porque hasta ahora el sentir es que no han trabajado en el camino correcto para implementar políticas industriales competitivas para con las japonesas.

Si hasta la prensa empresarial como Automotive News exigían por vía de sus colaboradores columnistas, que dejan su objetividad guardada en el escritorio y toman partido a favor del sector, que el Congreso soltara los préstamos a tasas bajas por parte del gobierno para los 3D (tres de Detroit), GM, Ford y Chrysler, de manera urgente. «¿Qué esperan?», dicen los desesperados columnistas como si el dinero lo fueran a recibir ellos directamente.

En México, la televisión comercial nocturna difundía anoche la parte donde un senador republicano interrumpía hasta groseramente a Richard Wagoner, presidente de General Motors Corporation, inquiríendole cuánto necesitaría su empresa para salir adelante. «Bueno, es que nosotros…» –decía nervioso Rick, y el senador nuevamente insistiendo: «¿Cuánto señor Wagoner, cuánto necesita su empresa». «Bueno –contestaba el regañado– estamos hablando de unos $5 mil millones de dólares». Algo insólito en la televisión abierta nacional. Un senador regañando a uno de los más importantes ejecutivos del sector automovilístico, ícono del capitalismo norteamericano.

Harry Reid, líder demócrata, senador por Nevada, empujó hoy en el Capitolio a favor de que GM, Ford y Chrysler presenten un plan de trabajo de cómo van a utilizar los $25 mil millones de dólares que se les prestarán de los contribuyentes estadounidenses.

La prensa de Washington critió hoy fuertemente que Richard Wagoner, Bob Nardelli y Alan Mulally, presidentes de GM, Chrysler y Ford, respectivamente, hayan llegado cada uno en su jet privado, se hayan hospedado en el mejor hotel de la ciudad, gastando en promedio cada uno unos $50 mil dólares por ese concepto, y luego ir a pedir dinero a los diputados y senadores. «Grotesca escena», titularon los diarios.

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