A más tardar a finales de este mes, Opel AG, filial de General Motors Company, espera la respuesta de ayuda por parte del gobierno alemán de Ángela Merkel por $1,500 millones de euros en momentos en que la economía europea se tambalea entre el bien y el mal por la crisis de bancarrota del gobierno de Grecia acusado de alta corrupción. La filial dice necesitar esos recursos para continuar con sus planes para este año.
El nuevo logo en los autos (Foto archivo).
Opel AG, de acuerdo a un informe de la agencia Reuters, dijo hoy que a más tardar el 31 de mayo esperan una respuesta de la canciller Ángela Merkel sobre esta ayuda que están pidiendo luego que GM reculó la venta de Opel a la firma canadiense-austríaca Magna Intternational y al banco ruso Sberbank, lo que molestó sobremanera a la canciller que en su visita en Washington al presidente Obama protestó por la falta de seriedad de la GM para esta operación.
GM fue intervenida por el gobierno norteamericano después de impedirle la bancarrota, pero la firma estadunidense no vendió a Opel de la cual recibe el sustancial apoyo tecnológico para sus marcas Buick, Cadillac, Chevrolet y GMC que aún conserva luego de haber perdido en julio pasado Hummer, Pontiac, SAAB y Saturn, prácticamente la mitad de sus productos.
Nick Reilly, presidente de Opel AG, dijo a la prensa que esperan que el gobierno alemán les dé una respuesta sobre esta petición de ayuda económica a fin de mes. Pero analistas germanos dicen que será difícil otorgar esa cantidad ($1,500 millones de euros) en una situación tan delicada como esta, cuando la bancarrota del gobierno griego es inminente y los gobiernos de la Unión Europea tienen que salvar la situación para que sus bancos no pierdan dinero por los préstamos que han hecho a Grecia, país acusado de corrupción por sus propios habitantes que ahora padecen las medidas del Fondo Monetario Internacional que impone bajas en salarios, ajuste del personal de gobierno, alzas en impuestos y otras medidas que lastiman aún más a la sacrificada población.
La Cámara Norteamericana de Comercio (mal llamada Americana) con sede en Frankfurt, recibió a Reilly quien hoy ha dicho que esperan esa ayuda que les es valiosa para sus planes del año.
Opel está cortando a parte de su personal en las plantas de Inglaterra, Bélgica –cerró la planta de Amberes–, España y Alemania, entre otras, para sanear sus perjudicadas finanzas. Actualmente tiene 48,000 trabajadores pero busca cortar a más cabezas de sus líneas de producción con el fin de tratar de ser una empresa eficiente y competitiva (más ganancias, menos costos).