Fue en un congestionamiento donde quedó atrapado donde el exdiseñador de Fórmula Uno, Gordon Murray, prometió dedicar su vida a la arquitectura de vehículos pequeños y eficientes y «matar a los gigantes del asfalto». Hoy, su producto T 27 eléctrico y su empresa han sido capaces de presentar verdaderas alternativas de movilidad para las grandes ciudades.
Gordon Murray ha diseñado este mini-vehículo T 27 para las grandes ciudades (Foto agencias).
Un reportaje que recoge la agencia ANSA de una revista británica Bloomberg Markets que edita en julio este tema, da cuenta de la vida de este diseñador que dedicó los grandes años de su vida a diseñar vehículos para la Fórmula Uno. En el mundo automovilístico de las competencias es figura de primer plano. Pero, desde que vivió la atroz experiencia de quedar atrapado en el tráfico de las ciudades, prometió comprometer el resto de su vida a trabajar por la fabricación de vehículos pequeños y eficientes.
En el gimnasio que convirtió en fábrica, Murray hizo posible un vehículo 11 pulgadas más pequeño que el Smart de Daimler. Y desde entonces pugna porque gobiernos como el de Reino Unido puedan permitir que se facilite el acceso de estas unidades cien por ciento urbanas a los automovilistas que deseén cambiar su gran auto por uno pequeño y que casi no contamine.
Primero fabricó el T25 impulsado por un pequeño motor de tres cilindros, 51 HP de potencia, pero que puede alcanzar una velocidad máxima de 160 Km/h. Su rendimiento en Reino Unido es de 96 millas por galón (1.2 galones estadunidenses).
Y ahora ha hecho posible el T 27 (que aparece en la foto) el cual está equipado con un motor eléctrico de 25 kilovattios y baterías de iones de litio que recorre 100 millas por un costo de $1.6 dólares.
El tema del auto eléctrico no será nada novedoso a no ser porque el T 27 incorpora tecnologia de la Fórmula Uno para hacerlo más ligero y, por lo tanto, menos resistente al aire y ofreciendo un mayor ahorro de gasolina, ya que el vehículo fue sometido a túneles de viento para la máxima aerodinámica y el menor coeficiente de resistencia al aire.
Utiliza materiales compúestos con Kevlar, Honeycomb y todo lo que da resistencia al auto pero sin utilizar la pesada lámina de acero común en los vehículos automotores. Alguien dirá que esto es muy costoso, pero Murray está trabajando para hacer accesible este material y a la vez ligero, tratando de hacer alianzas con los fabricantes y luchando porque bajen sus costos.
Los páneles del vehículo también reciben el reciclaje de botellas de plástico, a fin de aminorar peso y reducir costos.
El genio de Murray radica en que está rediseñando también el proceso de producción del automóvil, a fin de hacer más fácil el ensamble del mismo en dos etapas y no en cinco que requiere el ciclo de un auto normal en una fábrica tradicional. De este modo, su nuevo método le permitirá ensamblar 100,000 unidades al año a un costo menor y con mayor eficienca por el poco espacio que ocupa cada unidad. El ahorro de energía en proceso será de un 65%, dice.