ALVOLANTE.INFO Análisis, noticias y foro sobre industria automotriz
La historia de los grandes autos monstruos devoradores de gasolina en General Motors ha terminado. La humildad llega a la empresa y dará un cambio drástico de timón al anunciar en unos días la producción de 160,000 autos pequeños anuales basados en la plataforma del Spark.
Mientras se reestructuraba al estilo de la vieja guardia de Rick Wagoner, echado por la administración Obama por seguir dando más de lo mismo en su programa de cambio, no funcionó, la actual administración adelantará del 2011 al 2010 la producción de este modelo para ofrecer un vehículo eficiente que cumpla con el consumidor en una transportación de bajas contaminaciones y bajo consumo de gasolina.
Se acabaron los años del derroche para la otrora orgullosa empresa norteamericana cuyos ejecutivos viajaban como jeques árabes. Obama les ha pedido eficiencia, acabar con la gran burocracia que caracteriza al grupo en las grandes oficinas de Detroit en donde van a meter tijera para recortar al 20% del actual personal.
Un auto eficiente y que sea capaz de lograr la calidad de los japoneses (actualmente no la tienen), es el reto de nueva unidad.
Para ello dejarán de producir sus grandes Malibus, Impalas y cambiar el proceso productivo para unidades de bajo peso, bajo consumo, eficiencia en motores y servicio al consumidor.
Plantas como la de Pontiac –cuyo nombre de la división se acabó ya–, aquellas en los suburbios de Detroit, destinarán su ensamble a la nueva plataforma basada en el Spark.
Todo indica que se acabarán los aburridos Cadillacs, los buques de gran calado que representaban una torpeza mental a una nueva forma de ver la realidad.
