La vieja planta de General Motors en Delaware, Estados Unidos, fue adquirida por la firma Fisker en $18 millones de dólares para producir autos eléctricos enchufables, con el beneplácito de los trabajadores de la UAW que pudieran ser socios.
La planta de Delaware producía autos deportivos Pontiac, Saturn y Opel. Ante la desaparición de las marcas Pontiac y Saturn, GM decidió cerrar esa factoría que ahora es adquirida por Fisker para la producción de vehículos enchufables, informa Automotive News en su edición electrónica el día de hoy.
Fisker y la UAW consideran que la planta de híbridos enchufables estará lista para operar a finales de 2012.
La empresa considera que aprovechará los beneficios que el gobierno de Barack Obama ofrece a aquellas entidades que se avoquen a la producción de nuevas tecnologías que ayuden a preservar el medio ambiente libre de CO2, por lo que Fisker recibirá $528.7 millones de dólares de la administración pública. Por su parte, la firma considera que deberá aportar $175 millones de dólares en la adecuación de las instalaciones.
Fisker espera producir unas 100,000 unidades por año y exportar su primer sedán familiar híbrido en tres años, además de la producción para el consumo interno en Estados Unidos.
El precio del híbrido Fisker será de #39,900 dólares.