La empresa estadunidense que fabrica baterías de iones de litio para autos eléctricos, pagó $67 millones de dólares en el cambio de pilas que salieron defectuosas por una soldadura mal hecha en una de sus plantas. Pese a todo, la empresa ha informado que contratará nuevo personal para el crecimiento de dos de sus naves industriales en Estados Unidos.
El llamado para el cambio de baterias en autos eléctricos comenzó en marzo. La empresa estadunidense A123, fabricante de baterías de iones de litio, se comprometió a hacer el cambio luego que en aquel mes un auto Fisker Karma ya no arrancó cuando ingenieros de la revista Reporte del Consumidor le hacían una evaluación.
La empresa automovilística Fisker informó que hizo el llamado a revisión (recall) a 100 propietarios de vehículos de la marca, a fin que les fuera evaluado el comportamiento de sus baterías y el sistema general de los autos. La empresa A123 tuvo que reponer las baterías, lo que le representó un costo de $67 millones de dólares.
A123 tiene dos plantas en los suburbios de Detroit y ha anunciado el día de hoy que contratará a 400 nuevos obreros, ya que considera que los pedidos de este tipo de pilas seguirán vigentes, a pesar del problema presentado con Fisker, lo que se concretará en noviembre próximo.
Las plantas son Livonia y Romulus que recibirán hasta 100 nuevos operarios en los próximos meses, ya que la red de ventas de las baterías de iones de litio sigue creciendo con todo éxito, sobre todo en el uso de transporte eléctrico de uso comercial en Estados Unidos.
Pero hay que decir que A123 llegó a tener hasta 1,020 empleados en 2011 en el sudeste de Michigan; hoy tiene a 781.
La empresa tuvo pérdidas por $128 millones de dólares en el trimestre enero-marzo de este año.