La calidad surcoreana mejora en el Renault Fluence, un compacto familiar equipado con motor de cuatro cilindros DHOC 16 válvulas, 140 HP @ 6,000 rpm en versiones manual y automático CVT (pero con enfriamiento de aceite) y que se ofertará en tres versiones y media: Authentique de $200,000, Expression, Dynamique y Dinamyque Plus de $265,000 pesos. Ahora no castigaron el precio pero van por ese mercado.
En negro se ve de lujo, buenos acabados, hay que verlo.
Aún con la ausencia de Bruno Pasquet, el nuevo director de Renault México, la empresa presentó en el Centro Dinámico Pegaso y con una semana de duración para cinco rondas, el nuevo Renault Fluence, compacto familiar de lujo, con el que la marca cierra su primer ciclo 2010 de lanzamientos desde el Sandero, Stepway, Scala y ahora Fluence. ¿Qué vendrá el año entrante? Seguramente el nuevo subcompacto que producirán en Aguascalientes con Nissan en 2011.
Mónica Pérez, directora de relaciones públicas nos mete en agenda. Presentación teórica, preguntas y a manejar durante todo el día.
Oscar Cedillo, responsable de Renault Capacitación da cuenta de los aspectos técnicos de la unidad (él fue el responsable de decirles a sus 50 distribuidores en qué pueden defender la venta de Fluence).
Dinnorah Mendizabal, gerente de producto Fluence, nos habló de los paquetes, sus precios y su comparativa contra Chevrolet Cruze y Ford Focus. ¿Dónde dejaron al VW Jetta? «Ofrecemos prestaciones superiores a ese modelo», fue la respuesta.
No hay versión deportiva, pero el intermedio trae alerón.
Será el 1 de noviembre cuando el Fluence llegue a las distribuidoras de la marca francesa.
Este modelo se produce en dos plantas, Busan, en Coreal del Sur, en la fábrica Samsung-Renault (alianza ya anterior a la de Renault con Nissan) donde además se producen el Koleo, el Safrane y el Scala SM3, y en la otra planta que tienen en Turquía. El Fluence se llama en Surcorea SM3 y es la versión nueva. El Scala, se entiende, corresponde a la versión anterior. ¿Queda claro, no?
Interesante la comparación que Renault hace de su nuevo Fluence (en francés fluído):
Mazda3: De $230,990 a $243,990 (se han vendido 7,900 unidades).
Chevrolet Cruze: De $210,310 a $247,450 (se han vendido 5,438).
Ford Focus: De $217,237 a $262,443 (se han vendido 8,000).
Renault Fluence: De $200,000 a $265,000 (no se han vendido ninguno, hasta el 1 de noviembre es el lanzamiento).
Por diseño el Fluence es competitivo contra los otros.
Otra vez Renault va por el mercado de compactos (representan más del 40% de las ventas totales en México) por precio, aunque ahora no se castiga mucho como en los anteriores modelos surcoreanos: Sandero y Safrane. Pero digamos que está en la línea de competitividad para atraer clientes. ¿Cómo lo va a hacer? Con sus bajos precios en servicio y un producto competitivo en calidad, acabados, equipamiento.
El Fluence ofrece sensor de reversa, sensor de lluvia en cristal delantero, sensor de luz (encienden solas), rines de 16 pulgadas, cinco colores, tarjeta inteligente para apertura y para poner a funcionar el coche que se hace con un botón, sin llave; aire acondicionado regulable para cada pasajero (plazas delanteras), quemacocos con sensor para no cerrarse en caso de obstáculo, cajuela de 496 decímetros cúbicos (más grande que la de Mazda2 y Chevrolet Cruze, pero menor a la de Ford Focus).
Viene equipado con un motor derivado de Nissan 2.0 litros de 140 HP @ 6,000 rpm, cuatro cilindros, doble árbol de levas a la cabeza (DHOC), 16 válvulas, 195 Nm (Newtons metro) @ 3,700 rpm de torque, la versión Authentique viene con transmisión manual de seis velocidades, los modelos Expression y Dynamique vienen con transmisión CVT (gobernado electrónicamente hasta con seis velocidades), direccion electroasistida (muy suave y se endurece a mayor velocidad), suspensión delantera McPherson, trasera de eje tipo H con dos barras estabilizadoras adelante y atrás.
Motor derivado de Nissan de 2.0 litros 140 HP.
Ese motor nos hace recordar el del Tsuru GSR de 2.0 litros y 140 HP que salió en 2000 en México.
La versión equipada del Fluence tiene seis bolsas de aire, dos frontales, dos laterales tipo cortina, entre ellas, frenos de disco en las cuatro ruedas, ABS, EBD y SAFE en todas las unidades (antibloqueo de frenos, control de estabilidad para frenado parejo y sensor de frenado que mide la dimensión del frenado y reduce hasta en cinco metros la efectividad de estos).
Volviendo al origen del Renault Fluence, Mónica Pérez recordó la alianza de Samsung y Renault en Corea del Sur. Se han venido ya 120,000 unidades en el mundo. El Scala se sigue vendiendo en Surcorea.
Alvolante.info le preguntó a Oscar Cedillo sobre la transmisión CTV:
— Hemos recibido múltiples quejas de los foristas sobre fallas en la CVT sobre todo en sobrecalentamiento, quizá por mal mantenimiento o fallas en el diseño de ese componente…
— La CVT la incorporamos en Koleos que tiene el mismo tren motriz, lo que hicimos nosotros fue canalizar el aceite de la transmisión a través del serpentín hacia el radiador y pasando por el radiador se enfría el aceite y se evita ese sobrecalentamiento. Con ello evitamos el problema del que hablas, dice Oscar Cedillo.
La cajuela es de las más grandes del mercado: 496 litros.
En el aspecto de cajuela y su capacidad, Renault nos hizo el siguiente comparativo:
Renault Fluence: 496 litros.
Chevrolet Cruze: 450 litros.
Mazda3: 334 litros.
Ford Focus: 526 litros.
Honda Civic: 341 litros.
Renault espera vender 4,500 unidades al año para obtener el 3% del segmento de compactos que en México es muy competido con una gama muy amplia de modelos.
AlVolante.info le pregunta a Mónica Pérez sobre el comportamiento de ventas de la marca:
— Mónica, Renault está teniendo una gran penetración por la introducción de sus nuevos modelos Sandero, Stepway, Scala y ahora Fluence, además de Koleos y Safrane, la mayoría de ellos provenientes de Surcorea. ¿Nos puedes dar el dato actual sobre esta penetración?
— Mira, nuestas ventas aumentaron de enero a agosto 35% lo que es una cifra muy importante de crecimiento si tomamos en cuenta que nuestro objetivo original era 30%, así que vamos muy bien en ese punto. En agosto logramos crecer nuestra penetración en 3.55% del mismo y estamos en el lugar número nueve de las marcas en México superando a SEAT, Peugeot y Mitsubishi.
— ¿A qué atribuyen ese crecimiento?
— Pues al cambio que estamos teniendo en todos los sentidos, atención al cliente, servicio eficiente, calidad de producto…y precio desde luego.
Mire el lector si no.
Sandero: $127,000.
Stepway: $186,000.
Scala: $159,800.
Fluence: $200,000.
— Sin lugar a dudas este crecimiento es por los precios. El público ha encontrado el Sandero atractivo, diferente a lo que se oferta en México y a un precio competitivo porque se ofrece con buen paquete de equipo.
— Así es. Las ventas de Sandero, Stepway y Scala representan el 60% de nuestras ventas. Hemos vendido como 4,000 Sanderos, y como 3,000 Stepway. De Scala unos 1,600 desde mayo. En total unas 12,000 unidades en 50 agencias en el país. Y nuestro Sandero tiene el tercer lugar de ventas en el segmento que compite.
Buena línea, buen agarre y las dos barras estabilizadoras hacen su trabajo.
Al volante el Fluence hace un buen trabajo. Lo probamos en pista Pegaso usando la CVT (nada agradable para nuestro gusto). Y luego pasamos la manual que nos permitió divertirnos más. Y nos hizo recordar aquel manejo del Nissan GSR del cual tuvimos uno. El motor es una maravilla y no hay queja sobre él (a pesar que se haya usado hace más de 10 años en el modelo de la japonesa).
Extrañamos una Multilink en la parte posterior, pero Renault dice que con las barras estabilizadoras atrás y adelante, se logra una buena estabilidad. Y lo tenemos que decir: Durante el manejo, el coche no nos hizo ningún extraño a pesar que lo queríamos hacer sobrevirar, pero nos acordamos del EBD y ya no insistimos porque con ese control no lo íbamos a conseguir.
Por tanto, no esperemos un deportivo (se extraña en este tipo de autos), pero sí sorprende porque los surcoreanos de Samsung han mejorado su trabajo en unidades de mayor precio.
El Fluence nos deja un grato sabor de boca. Buen tamaño del vehículo, buen diseño, buen equipamiento, plásticos decentes, el cierre de puertas no nos gustó, parece que estás azotando las mismas cuando lo cierras, pero en general le ponemos 8.5 de calificación de 5 a 10. Buen sabor de boca para tratarse de un vehículo proveniente de un país emergente que se esmera por producir cada vez mejores autos.
No dejen de manejarlo aunque no lo adquieran y denos sus comentarios por favor.