Toyota Supra GR 2020.– Todo lo necesario para lograr un auto divertido y superior al GT86

Para entender la creación del Toyota Supra 2020, hay que saber del desarrollo del GT86, su «hermano menor» como dice Tetsuya Tada, su creador. Hay que mirar hacia atrás y ver los acuerdos entre Subaru y Toyota, entender por qué Toyota quiere el regreso del Supra luego de 17 años de ausencia y si el nuevo modelo, la quinta generación, que ya no es totalmente un Toyota, logra animar lo suficientemente a los seguidores de los autos divertidos en la pista, aún con los elementos que aporta BMW y que harían pensar que el auto abandona el legado japonés.

El Toyota Supra no se comprende sin el trabajo de Tetsuya Tada, creador del GT86 (Fotos de la marca).

Al Volante indaga las múltiples entrevistas que ha dado el Ingeniero en Jefe de Toyota Motor de Japón, Tetsuya Tada, a quien en 2007 Akio Toyoda, presidente de la compañía, dijo: «Deja de diseñar las minivan. Tu nuevo trabajo es hacer autos deportivos». Era el principio del regreso del Supra, fuera del mercado durante 17 años, heredero del Celica y gran aportador de satisfacciones para la marca. Sirvió como punto de referencia el GT86 «hermano menor» del Supra.

El Supra supera al GT86 en potencia (para el hermano menor se aprovechó la negociación entre Toyota y Subaru con un motor de cuatro cilindros). Para aprovechar un motor «bajo» lineal con tracción trasera, el trabajo de BMW era ideal. Fue entonces que Toyota buscó a los alemanes para dicho desarrollo si se trataba de superar lo ya logrado en un auto premiado como fue el GT86. Había que ofrecer un vehículo que rompiera con «El Ciclo del Diablo» (potencia, velocidad, peso y precio cada vez mayores).

Toyota GT86 modelo 2017, en quien se inspiró el Supra.

Era entendible entonces que Toyota sola no iba a lograr, con el GT86, el tipo de vehículo que quería, sin salirse de los costos de producción, cumplir con las normas de emisiones de dióxido de carbono exigidas por Japón y otros países. Y lo mismo sucedió con el desarrollo del nuevo Supra GR 2020 para resolver muchas circunstancias como un centro de gravedad más bajo y un tablero interesante. El motor lineal con tracción trasera del BMW era el ideal para cumplir los objetivos de Toyota.

Hay que entender que, en 2007, la inquietud de Akyo Toyoda, amante de los autos deportivos, era que el mundo ya no volteaba a ver a los automóviles como algo esencial en sus vidas. Había que hacerlos voltear nuevamente hacia la industria automotriz.. Y la aportación de Tetsuya Tada fue que, ante el inminente reinado de los vehículos autónomos, híbridos y de gasolina, había que crear quizá el último pura sangre con motor de combustión interna como es el Supra 2020.

El Toyota Supra 2020, resultado del trabajo entre ingenieros japoneses y alemanes.

Habría que pensar si la forma de conservadurismo corporativo de Subaru, obligó a Toyota a buscar a BMW para sus fines aventureros de lograr un mejor Supra al precio que fuera.

Una compañía automotriz como Toyota debe ganar dinero para la satisfacción de sus accionistas. Y crear un auto deportivo fabricado en la línea de producción, con una ingeniería prestada de otros, es un verdadero riesgo de negocio. Con la creación del Supra 2020 ahora toca a los mercadólogos entusiasmar mentes para que el auto se venda a un precio de $1´149,000 en México y en el mundo.

El prototipo Supra se probó en Goodwood, Inglaterra, y luego en España.

La cooperación entre Toyota y BMW se remonta a 2013 luego del auge pleno del GT86. El ingeniero Tada viaja a Münich luego del Salón de Ginebra, para reunirse con sus pares. El mayor reto, lo sabía, era poder unir a estas dos culturas totalmente diferentes. Si con Subaru se tuvieron diferencias a pesar que ambos eran japoneses, con la firma bávara se esperaba de por medio un gran trabajo de entendimiento.

El asunto del motor en línea sí fue porque Toyota Motor no estaba en la disposición de gastar mucho dinero en el desarrollo del L-6 de 3.0 litros de 335 caballos. Lo fue más porque los motores de Toyota son muy «altos» y el perfil bajo del Supra, con un centro de gravedad más bajo que el GT86, exigía un motor «más bajo». El motor BMW era el ideal. Esta intención pudo más que el simple tema de la inversión (que se justificaría si se supiera que el Supra tendrá el éxito del GT86).

Un desarrollo de siete años. Ahora hay que venderlos.

¿Estas conexiones entre japoneses y alemanes son realmente malas? ¿Qué decir de lo que Mazda está haciendo con Alfa-Romeo, por poner un ejemplo? Tiene que haber una conexión más allá del tema comercial entre ambas empresas para que esto funcione. Y, ahora que se lanza el Supra 2020, parece que ese acercamiento entre tomar cerveza y comer salchichas, no irá más allá. Pero BMW está ahora entregada a los autos eléctricos, mientras Toyota quiso revivir la pasión por los autos deportivos sin que medie un trabajo costoso de gran potencia, gran peso y gran peso.

 

 

 

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