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Cientos de trabajadores franceses y alemanes se unieron en una manifestación a las puertas de la planta de Continental en Clairoix, Francia, justo en la celebración de la junta de accionistas de la llantera. Exigen mejores prestaciones y que se evite el despido de 1,120 obreros en dicha empresa. Atados en el camión de la crisis, millones de empleados de la industria en el mundo son víctimas de violaciones a sus derechos laborales y represión psicológica por el despido.
Ni alemanes ni franceses se diferenciaron en la marcha que con el canto del honor desfilaron por las calles de esta provincia gala. Acusan que miles de empresas especularon con las ganancias en vez de reinvertirlas en producción y ahora padecen el fruto de su aventura. «Nosotros no somos los culpables de ello, exigimos respeto a nuestra fuente laboral». «¿Qué hicimos mal? Nada. Todo fue culpa de los de cuello blanco. Ellos fallaron; que paguen sus consecuencias». Pero piden que la fuente de empleo no se cierre.
Y van más allá: Pregutan cómo el sistema neoliberal que prohibe la intervención estatal en las finanzas de la libre empresa, ahora permite el rescate de estas firmas con el dinero público, el dinero del pueblo.
La marcha se dirigió desde temprano por las calles de esta ciudad que prácticamente vive de la fabricación de llantas.
El frenado mercado de los automóviles en Alemania, Francia, Italia y toda Europa, tiene a los fabricantes de llantas de un hilo pues hasta el mercado independiente de repuesto se ha asentado. No hay demanda y distribuidores llanteros están cerrando ante la baja o nula venta de neumáticos.
El comité de paro de los trabajadores es más ingenioso. Pide que los precios de los autos bajen. ¿Por qué si cada vez tienen los coches más plástico y materiales ligeros, valen más? ¿No pueden los grandes capitalistas dejar de ganar tanto en cada coche y bajar sus pretensiones con un menor precio de las unidades? Si esto sucede, se promoverá la venta de unidades y por ende de neumáticos.
Claro, los trabajadores de la Continental en Francia son personas pensantes y concientes del momento que vive el mundo entero. Pero que no se dejan amedrentar con la amenaza de despido, la salida fácil de las empresas.
