Un reporte de Reuters fechado el pasado jueves 27, señala que la familia poseedora de la mayoría de acciones del Grupo PSA Peugeot-Citroen, estaría dispuesta a ceder el control de la empresa automovilística francesa a la estadunidense General Motors, la cual está por quitarse también el control gubernamental en los próximos meses.
La empresa francesa atraviesa por graves problemas de liquidez. Hace unos meses aceptó que General Motors Company (intervenida por el gobierno estadunidense) adquiriera el 7% de las acciones del la europea, a fin de apoyarla pero también fortalecer la imagen GM en el viejo continente.
El gobierno francés ha ayudado económicamente a Peugeot-Citroen contra la voluntad de las demás naciones de la Unión Europea que han protestado esta intervención estatal no vislumbrada en los estatutos económicos del régimen de las naciones integradas. Y también con la protesta de otras empresas que acusan falta de equilibrio del gobierno francés al conjunto de empresas también en crisis.
El asunto de la apertura de PSA a GM no es nada fácil. Una adquisición de GM representaría una fuerte presión del gobierno alemán que protege los intereses de la Opel, subsidiaria de GM, que cuenta con unas cuatro fábricas en ese país y que no estaría dispuesta a que una alianza Peugeot-GM dejara en la calle a miles de trabajadores en el ajuste de plantas y de personal entre ambas entes, la francesa, la estadunidense y las fábricas alemanas.
Hay un tercer elemento no menos importante. Dongfeng es el socio chino de Peugeot en el país asiático. Ahora mismo la firma oriental ha manifestado su preocupación por la filtración de la información señalada. Peugeot ha tenido que calmar el nerviosismo chino ante, si quiera, la posibilidad de una compra de PSA por parte de General Motors.
¿Nerviosismo para México? No debiera haberlo a corto plazo porque este sólo ha sido un reporte de una agencia de noticias. Falta ver la declaración oficial por parte de PSA. Y, una vez dada esta, no habría un cambio de políticas o estrategias comerciales alrededor del mundo, agresivas. Todo seguiría fluyendo con normalidad hasta que, en unos ocho meses, se vieran ya los ajustes que una adquisición provocara.
Por tanto, si usted piensa comprar un Peugeot en México hoy en día, adelante y con calma. Hacia unos ocho meses veríamos las primeras consecuencias de la venta.
¿Qué pasará con PSA si GM la adquiere en su mayoría de acciones? Creemos que se fortalecerá GM en Europa, ajustará a Opel, continuará con la marca con aquellos modelos que le representen realmente dividendos, y ajustará la plantilla laboral tremendamente.
Los sindicatos europeos ya comenzaron a manifestar su pesar por las primeras informaciones que perfilan el posible control de PSA por parte de GM.