La calificadora –¿o especuladora?– Moody, bajo ayer el rango crediticio del Grupo FIAT de Italia a un nivel abajo, un escalón inferior, lo que inmediatamente repercutió en la bolsa de valores de ese país y desató la cadena de rumores sobre su futuro cercano. Luego luego en Chrysler de Estados Unidos se pusieron a revisar el estatus que mantienen con la italiana. Analistas dicen que «es demasiado tarde para ello».
Logo remodelado de FIAT.
La agencia calificadora Moody, ajena a lo que sucedió en Estados Unidos donde Standard % Poors emitió una calificación «equivocada» sobre la actuación del gobierno estadunidense de Barack Obama, con lo que quedó «quemada» en muchos términos–, determinó ayer en Roma, Italia, que la actuación crediticia del Grupo FIAT la pone en disposición de bajarle la calificación a un rango inferior dado el panorama de bajas ventas que tendrá en el concierto europeo y a su pérdida de competitividad en Brasil.
La calificación Ba2 baja a Ba1, según Moody, que hizo un estudio en abri pasado del comportamiento de la empresa en términos globales. El estudio añade el término «con tendencia negativa», por lo que se esperan noticias aún más adversas a la firma que preside Sergio Marchionne.
Al subir Volkswagen en sus ventas y en la percepción que el grupo tiene para ser el mayor del mundo, toma no descuidados, sino alertas a grupos vulnerables como FIAT que están inmersos en la propia problemática de Italia, con un primer ministro sumido, acabado, en términos del escándalo político a su alrededor, aún con ser uno de los italianos más poderosos por poseer medios de comunicación. Con todo, FIAT tiene que lidear con las políticas escandalosas se Berlusconi y con un entorno europeo cada vez más difícil para la colocación de sus productos. También es el caso de Peugeot-Citroën que ha visto la necesidad de cambiar más rápido cuando antes hacía planes quinquenales de nuevos diseños.
La posición financiera del Grupo FIAT siempre fue vulnerable. Con la entrada de Marchionne logró vitalidad la empresa, y el grupo de empresas. Pero él no estaba sólo mientras la industria permanecería inactiva. No. La industria a su alrededor se movió hacia nuevos proyectos y le ganó en muchos de ellos. Se quedaron con mayor mercado y FIAT se conservó, tardó en innovar y en ese camino le encuentra la nueva crisis, otra, una más, del capitalismo moderno y salvaje establecido más en la especulación que en la producción.
FIAT es más vulnerable desde el punto de vista financiero que en el de las relaciones de producción entre sus trabajadores y empleados. Pero en el terreno de los productos se puede decir que sí le falta innovación y producto qué ofrecer, aún teniendo en su flota de alternativas a Ferrari y Alfa-Romeo. ¿Qué falta?
FIAT se hizo en 2009 de una participación del Grupo Chrysler de Estados Unidos, cuando el gobierno de Obama no podía salvar a las dos de las tres empresas automotrices emblemáticas del entorno norteamericano_ GM, Ford y Chrysler. Apoyó a GM pero a Chrysler le dio la alternativa de poder ser vendida. Y FIAT y Marchionne entraron al quite. Pero para llevarse la mejor parte. Para dejar atrás a lo poco de Chrysler y tomar para FIAT la corona, la cereza del pastel. ¿Y ahora? Ahora juntos van en el mismo barco ante la tormenta financiera de los especuladores que hacen girar al mundo como a ellos se les antoja.
(Con información de Reuters y comentarios de Al Volante).