Por Gabriel Covelli (Enviado)
LEÓN, GTO.– Honda puso en nuestras manos uno de sus vehículos, para mí, más impresionantes de su línea: La minivan Odyssey, con el cual efectué un viaje formidable a la ciudad de León, Guanajuato, en donde compartimos experiencias dos adultos mayores (los abuelos), dos nietos (niña de 7 años y niño de 5) y dos adultos jóvenes (sus padres), seis puntos de vista diferentes y tal cual muy válidos.
Honda Odyssey, como viajar en primera clase (Fotos Gabriel Covelli).
Por supuesto, lo primero fue el acomodo general, es decir qué lugares íbamos a ir cada uno de nosotros, lo cual no fue difícil, los niños en la tercera fila, en la segunda las dos señoras (por eso del cotorreo) y al frente los que compartimos el volante.
Lo agradable de esta situación fue ver que todas nuestras pertenencias quedaron acomodadas muy holgadamente en el compartimiento correspondiente.
El maletero es lo suficientemente amplio para el equipaje de todos.
Desde el mismo momento del arranque, se extrañaron las quejas, sobre todo de los pasajeros más exigentes: los niños, muy cómodamente y perfectamente sujetos por los cintos y viendo sus películas favoritas, además amplitud para todos sus juguetes: carritos Hot Wheels, legos, muñecas, peluches etc. Qué más se puede pedir.
Las señoras no paraban de hablar, su gran insonorización lo permitía, con todo a la mano, botones para ajustar el clima, huecos para colocar una infinidad de cosas, soportes para bebidas, en fin: felicidad absoluta.
Y al frente los críticos del manejo, porque tanto el espacio interior, sus comodidades, la calidad de materiales y sus ensambles, así como la ergonomía y lo relacionado a todos los aditamentos que un vehículo familiar como este debe y puede tener, es muy comparable, con sus ventajas y desventajas, a los vehículos de su competencia. Pero en donde la Odyssey se les despeja definitivamente es en toda la tecnología que Honda ha desarrollado para ofrecer un gran equilibrio dinámico.
Toda la tecnología a bordo, de un vehículo bien logrado y recomendable.
Tecnología de vanguardia
Desde la concepción de la plataforma (chasis-carrocería), la cual se encuentra rigidizada con estructuras transversales, que se inician desde el frente, proporcionando un soporte fundamental para el funcionamiento preciso de la suspensión independiente en las cuatro ruedas, proporcionando gran estabilidad y precisión en el manejo que aunado a la calibración de los elementos de suspensión permite un aplomo impresionante de las cuatro ruedas al camino y no obstante las irregularidades de la carretera, la distancia a la parte baja del chasis prácticamente se mantiene constante tornándolo como un transporte familiar muy seguro, extraordinariamente cómodo e impresionantemente maniobrable.
Una de sus grandes ventajas es la capacidad frenante, pues no obstante su peso, las distancias de frenado se encuentran entre los límites de un auto compacto, producto de un sistema avanzado de frenos, el cual en su reparación y/o mantenimiento debe cumplir las especificaciones de fábrica respecto al máximo cabeceo de los discos (de 3 a 7 milésimas de pulgada máximo), y al coeficiente de fricción de las pastillas de frenos.
El conjunto motriz cumple con la potencia necesaria y el ahorro de combustible.
El viaje fue formidable, el motor siempre respondiendo con la entrega lineal de sus 253 caballos de fuerza, el sistema de desconexión de cilindros que proporciona un buen rendimiento de combustible (hasta 10 km/litro), aunado a la caja de velocidades automática con seis cambios.
Decimos que viajamos mejor que en primera clase, porque no hay como transitar por nuestras carreteras, disfrutando nuestros paisajes, y podernos detener cuando se requiera.
Conjunto de suspensión, frenos y llantas muy adecuado en Odyssey.