Golpea su Ford Mondeo en hoyos y exige pago de reparación

Astrid Reyes circulaba con su Ford Mondeo por la Central de Abasto, en Iztapalapa. Cayó a un enorme hoyo y lastimó la suspensión de su vehículo y sus ruedas. Hoy, exige a las autoridades que reparen su unidad y que le paren a la burocracia de miedo existente en las dependencias del gobierno capitalino.

Aquí el testimonio de Astrid Reyes que escribe alvolante.info sobre su caso.

«Pues te cuento que el pasado miércoles 14 de octubre muy cerca de la Central de Abastos en Iztapalapa, hay una gran cantidad de hoyos y pues me caí en uno golpeándose mi vehículo (Ford Mondeo) en la parte de abajo en el centro, e inmediatamente se prendio el testigo del aceite pero como estaba obscuro y sólo avance alrededor de 2 Kms. en una zona más alumbrada y transitada, al apagar el auto trate de encenderlo nuevamente y ya no arrancó por lo que hablé a mi seguro para solicitar una grúa e investigando en la procuraduría social me indicaron que  levantara un acta en el juzgado correspondiente, por lo que hablé a Locatel en donde me dijeron que acudiera dentro de la Central de Abastos al juzgado cívico a solicitar el trámite para una constancia de hechos en donde relatara lo que habíaa sucedido, así como peritaje de tránsito terrestre y de mecánica si era necesario.

«Al acudir al juzgado cívico Izp-3 la licenciada en turno me indicó que llevara el automóvil, obviamente en grúa por lo cual lo tuve que llevar, llegue a las 16:30 Hrs. aproximadamente.

«Ya estando ahí con el vehículo, me pasaron con el médico legista, me dio un formato para describir lo que había sucedido, siendo muy importante la ubicación del bache y según ella lo iba a levantar como queja.

«Yo desde un principio le indiqué que en la procuraduría social me habían manejado el trámite como «constancia de hechos» y al tratar de solicitar de forma interna al perito en tránsito terrestre le indicaron que no era una queja sino una constancia de hechos y volvió a hacer el trámite.

«El perito llego a las 21 Hrs. aproximadamente. Me pidió la ubicacion del bache y le fue a tomar fotografías pero indicó que no había daño en el chasis del auto por lo que era necesario llamar al perito mecánico que es lo más engorroso y tardado porque solamente hay uno para todo el D. F..

«Ese día lo estuve esperando hasta las 2:00 A. M. para que me dijeran que regresara el domingo 18 a las 10:00 A. M.  por lo que volví a regresar con el auto en grúa y por fin a las 13:00 Hrs. me indicó el perito que estaba dañado el carter y la dirección y que a las 22 Hrs. tenía el peritaje por lo que volví a esa hora para que otra licenciada en turno saliera con que no me lo podía dar porque no tenía copias para quedarse con acuse, ya que me entregara los originales.

«No sé si es la primera vez que hacen este trámite en este juzgado o de plano la burocracia e ineptitud de los servidores públicos la tiene que pagar siempre la ciudadaníaa.

«Así que hasta aquí me quedo porque voy el día de hoy por el resultado del peritaje y valuación para llevarlos a la procuraduría social y solicitar el pago de los daños que me comento el perito resultó por $12,000.00 (según él es un precio justo). No es un precio de agencia pero tampoco de taller «patito»,  y me recomendó solicitar la reparación a mi aseguradora porque el pago tarda de 2 a 3 meses».

«¿Qué te parece César?».

Hasta aquí el testimonio de Astrid Reyes, otra víctima de la burocracia de miedo en la oficinas de gobierno capitalinas. Un ministerio público lleno de gente prepotente, inculta, irreverente, burlona, simplona, sin un razgo absoluto de fineza. Sólo exhiben la mediocridad y la ausencia de la mínima preparación para tratar al público.

Oficinas sucias, comedoras compulsivas de tortas, insalubridad, pobreza moral. Eso son las oficinas públicas en México, en general.

Abiertas las opiniones y que el testimonio de Astrid sirva como ejemplo de que no hay que quedarse con los brazos cruzados cuando usted caiga con su auto en un bache. Hay que exigir la reparación del daño. La autoridad federal o municipal tiene que cumplir. Ya basta de ratas que se embolsan el dinero público para su beneficio. ¡Que se pongan a trabajar, para eso les pagamos con nuestros impuestos!