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Ante una opinión pública mundial que pone más en entredicho la función de la FIA y su imparcialidad, este miércoles en París la escudería Ferrari será sentada en el banquillo de los acusados para analizar la orden que recibió Felipe Massa para dejar pasar a Fernando Alonso en la pasada carrera de Alemania. Las declaraciones de los pilotos, dice Max Mosley, obligan a la FIA a tomar medidas drásticas. A otros equipos no los sancionaron así.
Ferrari al banquillo ¿y los demás? (Foto Autosport).
La Federación Internacional de Automovilismo, FIA, ha citado para este miércoles (mañana) a Ferrari para que se presente a una junta extraordinaria de los comisarios del Gran Premio de Alemania y la escuadra italiana a fin de analizar el comportamiento de Stefano Domenicalli de ordenar a Felipe Massa, que iba ganando la carrera, dejar pasar a Fernando Alonso para verse beneficiado con los puntos. El reglamento impide una orden así, pero en otras ocasiones esas órdenes secretas fueron llevadas a cabo por otros equipos sin que se les sancione.
El asunto se complica porque uno de los comisarios de la junta de este miércoles es el ex piloto de F-1 Niki Lauda, quien corrió para Ferrari en alguna parte de su vida deportiva. Hay quienes lo han acusado ya se ingrato por pretender ahora la sanción. Otros hablan de venganza del austríaco contra una factura que le debe la escudería rampante, hablando en términos figurados.
Domenicalli será el representante de Ferrari en París mañana ante el Consejo del Deporte Mundial de la FIA. La reunión será por la mañana y por la tarde se emitirá un comunicado con la sanción oficial por parte del organismo rector del automovilismo mundial.
La FIA ha dicho que no ha citado a Massa ni Alonso pero, de ser necesario, se les llamará a su celular para que declaren por esta vía en la junta abierta con un teléfono con interfón.
En Hockenheim, Massa se molestó por esa orden, al momento en que tuvo que hacerse a un lado porque le dijeron por radio que Alonso era más rápido que él. La verdad es que el triunfo fue benéfico más para el español que para el brasileño. Pero el coraje no lo pudo ocultar jamás el piloto sudamericano.
Graham Stocker, vicepresidente para el deporte de la FIA, experto en derecho deportivo, será quien presida la junta de este miércoles.
El asunto se ha complicado porque a las declaraciones de Alonso en contra de la FIA, del propio Luca Di Montezemolo, presidente de Ferrari y de Massa quien también puso en entredicho la imparcialidad de la FIA, Max Mosley, ex-presidente de esa agrupación, ha exigido –y con toda su influencia que todavía tiene en el organismo– sanciones ejemplares para que nadie se atreva a criticar a esta federación.
