Kimi ganó y Hamilton abandonó en China

Kimi Raikkonen le dio a Ferrari su victoria número 200 al ganar ayer el Gran Premio de China donde Lewis Hamilton cometió un error de novatada al tratar de ingresar a pits para cambiar llantas e irse sobre la zona de grava y quedando atrapado para no salir más a la pista.

Grave error de Hamilton casi le cuesta el campeonato.

El tiempo de Kimi fue de 1 hora 37 minutos 58 segundos y 395 milésimas y 9.8 segundos atrás entró Fernando quien tiene posibilidades para repetir como campeón mundial por tercera vez.

Felipe Massa, el otro tripulante de Ferrari, alcanzó la meta con 12.8 segundos atrás de su compañero Raikkonen mientras Sebastian Vattel le dio a Toro Rosso la cuarta posición con 53.5 segundos de diferencia sobre el líder.

Jenson Button entró en quinto a 1 minuto y 8 segundos de Kimi, mientras el piloto Alex Wurz anunció su retiro de la Fórmula Uno luego del Gran Premio de Brasil.

Una ligera lluvia inicial confundió a los directores de equipos quienes no sabían si ordenar la puesta de llantas para lluvia intensa o las intermedias. La mayoría optaron por estas.

En el arranque de la competencia Fernando Alonso intenta un rebase por la izquierda a Felipe Massa, pero el brasileño no cede y la caravana de líderes se conforma con Lewis, Kimi, Felipe y Fernando, como arrancaron.

Lewis Hamilton había asegurado la «pole position» en Shanghai. Fue líder hasta la vuelta 15 en que entra a pits, pierde la punta y a la vuelta 19 la recupera por la entrada de Kimi a fosos.

Para la vuelta 27 el McLaren-Mercedes de Hamilton pierde potencia motivado, aparentemente, por una llanta baja de la parte posterior izquierda. Kimi se le acerca cada vez más y lo rebasa en la 28 pero Lewis viene descompuesto: algo pasa en su coche.

Para la 30 Hamilton ingresa a fosos, pero al entrar pierde tracción por el estado de las llantas y se va hacia la zona de grava donde queda atrapado. Los oficiales de pista hacen el intento por ayudarlo pero por radio reciben la orden de que no lo pueden hacer porque toda ayuda está fuera del reglamento.

Hamilton, desencajado, se baja del auto. No hay molestia aparente, pero sí tristeza. Se recupera y llega al pit a saludar a todos los mecánicos y uno de ellos lo consuela tomándolo de la casi rapada cabeza. El joven piloto medio sonríe y se hace a la idea de que «hasta allí quedó todo por esta ocasión».

Más tarde dará una entrevista de prensa a varios medios que lo sorprenden en la zona del elegante paddock chino. Les dice, palabras más palabras menos, que no está acabado y que tiene confianza en logar su primer campeonato en su primer año dentro de la Fórmula Uno.

Si usted leyó nuestra anterior crónica, se dará cuenta de que confiábamos en que Ferrari fuera favorito. Kimi ganó y todo se dejó ver desde los tiempos que venían haciendo en el circuito.

La lluvia desapareció y la pista se comenzó a secar. Quienes cambiaron en fosos llantas para seco también se equivocaron porque había todavía partes húmedas al grado de hacerlos despistar.

La estrategia de llantas fue el parangón de triunfo o fracaso para unos y otros.

Kimi se fue tras de Lewis y lo estuvo cazando hasta el problema de la llanta medio desinflada de este. Entonces el finés ya no perdió la punta y recibió en la meta la bandera a cuadros.

Fernando Alonso había despotricado contra McLaren el día anterior a la prensa española. Pero peleó como los buenos no sólo por evitar el embate de un Felipe Massa que quería conseguir con su compañero Kimi el uno-dos para Ferrari, sino saboreando que Hamilton hubiera quedado fuera.

Al final Alonso fue conservador. No atacó a Kimi porque le quedaba muy lejos. Entonces prefirió asegurar el segundo lugar y pelear por su tercer campeonato en el Gran Premio de Brasil en dos semanas más.

Nada para nadie pero los tres (Hamilton, Alonso y Raikkonen)  con la posibilidad de coronarse en Interlagos, tierra americana, el 21 de octubre.