Nissan Mexicana.– Los errores que dejaron fuera a Mayra González

En los menos de cuatro años que Mayra González duró al frente de Nissan Mexicana, cometió errores graves que, al paso del tiempo, le han hecho perder a la empresa participación del mercado automotriz. Dos analistas hablan a Al Volante sobre las faltas que a la ejecutiva la dejaron fuera el pasado 30 de junio.

Mayra González, al frente de Nissan de 2016 a 2019 (Fotos de archivo).

Los entrevistados, abordados por separado, han preferido se omitan sus nombres y cargos, para evitar una represalia por parte de la marca o de otros ejecutivos del sector. Pero sus testimonios son vitales para entender por qué una empresa que es la líder del mercado aún, mantuvo a una ejecutiva que no supo entender a tiempo la fuerte competencia que se venía con la entrada del grupo surcoreano Hyundai-KIA y que, en vez de hacer los amarres correspondientes para enfrentar el problema, se aisló de su más cercano equipo de trabajo y los desmotivó tanto que ya esperaban su saiida hace un año.

Mayra González, quien ingresó a Nissan Mexicana en 2001, fue antes vendedora de la marca Renault. La egresada de Mercadotecnia de la Unitec se desempeñó como gerente de ventas de CrediNissan y Renault, para más tarde ser designada gerente de ventas de la marca japonesa. Y, con la llegada del español José Muñoz a la presidencia y dirección general, fue la protegida del ejecutivo aún y cuando salió él de Nissan Mexicana para irse de vicepresidente de operaciones en Norteamérica, llevándose a Mayra como director de calidad al cliente en Nissan Norteamérica. Fue el mismo Muñoz quien la promovió ante Carlos Ghosn como presidente y director general para Nissan en México en 2016, habiendo fungido antes como vicepresidente de ventas.

José Muñoz, «El Padrino».

El analista de una destacada firma de consultoría en México, hace énfasis de los buenos propósitos de Mayra al recibir el máximo cargo dentro de Nissan.

— Mayra llegó al puesto esperando dejar un legado como mujer y como ejecutiva. Con todo el respaldo de José Muñoz detrás de ella, recibió una empresa con una participación de mercado del  26%, el más alto de la firma japonesa en los mercados en los que participa. Pero también heredó problemas de sus predecesores, el propio Muñoz y el brasileño Aerton Cousseau. Las relaciones con la red de distribuidores en México estaban en su nivel más frío por una persistente campaña para hacerlos invertir dinero en la modernización de la nueva imagen de la empresa. Mayra siguió con la misma línea dura que su padrino español pero el trato con los ejecutivos de las agencias se volvió insoportable. La misma suerte corrieron los directores de compras de las empresas porveedoras del sector de autopartes.

Enero de 2017, así amanecía la participación para Nissan con Mayra.

La segunda entrevistada es una destacada analista del mundo de los negocios. Ella destaca el factor «Mujer» como uno de los daños colaterales que la ejecutiva de Nissan sufrió en carne viva.

— Mayra, como mujer, se enfrentaba a un mundo de total y absoluta misoginia. Desde sus colaboradores más allegados hasta los distribuidores, juniors arrogantes que se negaron a obedecer órdenes. Y aquellos propietarios ya de edad, sabían que aguantar era la forma de seguir con el negocio. La ejecutiva de Nissan lideó con todo eso. Pero tuvo advertencias: La entrada de los surcoreanos a México, la creación de la planta de KIA en Monterrey, eran los presagios de que había que elevar las velas y entrar a la guerra. Y Mayra no supo interpretar correctamente la gravedad del asunto. Y pagó las consecuencias con la pérdida de mercado que hoy la tiene en los niveles más bajos de la historia moderna de la empresa en México con un 22%.

Las peores relaciones de Nissan con la prensa no chayotera.

Ambos expertos coinciden en un punto: Mayra no supo leer adecuadamente la situación de la industria. El mercado comenzó a desacelerarse desde mediados del 2016 y la devaluación del peso le iba a pegar directamente a la producción. En vez de asumir su papel de presidente, comenzó a exigir responsabilidades y compromisos a su equipo de trabajo. Acudió a los despidos como una forma de purgar a la empresa, castigando aquellas insubordinaciones vistas o imaginadas por ella. Se negó a encarar la nueva realidad de la empresa.

— Se genera una tensión con proveedores como nunca antes vista. La mentalidad de Mayra se trata de imponer a los demás. Ya sean los de casa como a los de afuera. Se aferró tanto al lanzamiento de Kicks que su fracaso de ventas obligó a venderlo a sus propios colaboradores. Comienza a tener problemas financieros y asume que su equipo de trabajo está fallando, sin reconocer las propias equivocaciones. Trae a gente inexperta en temas automotrices. Y paga las consecuencias. Quizá las propias recomendaciones de Muñoz dan al traste.

Mayra sale de Nissan, bajo el argumento de una dirección de ventas en Nissan Motor de Japón. Una salida digna. Veamos cuándo regresa a México.

 

 

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