Por fin rebasamos el límite de velocidad. Llegamos en julio a 217,690 lectores al mes. Soñaba con esa cifra. No me angustio porque para eso ya se encarga el gobierno. Simplemente estamos arriba de lo que queriamos llegar. Gracias a Alejandro Díaz, gracias a ti Oscar Torres, gracias a ti Gisela Zapata, gracias a Gabriel Covelli, gracias a Héctor Pimentel, gracias a ti, lector y amigo, amigo del volante. Estoy contento, lo disfruto, lo gozo.
César Roy al lente (Foto de Enrique Gijón, mi amigo).
No hay mucho que decir. Solamente que este espacio ha sido posible al acompañamiento que tengo de mucha gente que me quiere y me aprecia. Puedo escribir ahora 100 nombres. Pero prefiero que ellos me lean, que ellos me escuchen, que ellos sepan que los quiero, los respeto y sé me querrán por toda la vida.
Soy querido por mis 217,000 lectores. Sé me respetan, sé me quieren. Eso es todo lo que necesito para ser feliz. Aquí estoy, en la tecla, en la pantalla, escuchando música, como siempre, escuchando noticias, le bajo más al radio. Pero sé que he hecho un esfuerzo fundamental para vivir, para sentir, para ser feliz.
Amigo lector, crítico de mi espacio (que también eres bienvenido): Aquí estamos, haciendo periodismo, ahi la llevamos, somos honestos, somos hombres, somos profesionales, sentimos, la regamos, pero sostenemos palabra, principios y valores. Y no nos rajamos. Vivimos, somos periodistas, perdonamos y pedimos perdón si la regamos.
Estoy feliz, por primera vez estoy feliz de saber que hay que usar la racionalidad con razón antes que la sensación de las «cosas» que se llama así por irracionales.