Mientras Brasil vende al año casi cuatro millones de vehículos para consumo interno, México se caracteriza por vivir un periodo de pauperización de su industria y sus automóviles. Muchos importados chocolates, poco dinero en el mercado y un octubre con 6.1% más de facturación, pero sólo 5,090 autos más que en el mismo periodo del año pasado. La producción sólo subió 1.0% aunque exportación 11%.
Las ventas internas no reflejan el crecimiento de las exportaciones (Foto Peugeot).
México creció en su producción pero esta está enfocada a la exportación. Se fabricaron 2 millones 513 mil 549 unidades. Esto es sólo un 3.0% de crecimiento contra enero a octubre de 2012. La verdadera detonación se dará en 2014 con los proyectos de expansión de marcas como Nissan, Volkswagen, inicio de producción de Mazda y Honda, entre otros.
Economistas acomodaticios al Fondo Monetario Internacional, siguen insistiendo para México con políticas públicas ya rebasadas aún en Europa (castigar al salario, incrementar empleo metiendo a la informalidad en la formalidad, incentivar producción y ventas, etc.). Pero nadie habla para los países en vías de desarrollo de regresar el poder adquisitivo real a la población. Sin ese poder, no habrá consumo, y las ventas de automóviles en México seguirán por el camino del millón al año, y aumento en la compra de autos más económicos, como los «chocolates» provenientes de Estados Unidos. Hasta ahora llevan un crecimiento del 50.2% las compras de autos extranjeros.
Las ventas en Estados Unidos, informa la AMIA, llegaron de enero a octubre a 12 millones 942 mil 336 unidades, un crecimiento del 8.3%, pero lejos todavía de los parámetros de 16.2 millones de unidades que se vendían antes de la crisis de 2008-2009. México y su industria viven de las exportaciones, básicamente a Estados Unidos.
El PIB crecerá este año un raquítico y vergonzoso 1.24%. O sea, no hay crecimiento. Pero los precios subirán este año 3.5% y para 2014 3.7%. Los gasolinazos serán uno de los grandes temas que hagan que la gente se vaya más por la compra de autos chicos que medianos o grandes.
El gobierno trabajará en 2014 con déficit y la reforma fisacal impactará sobre todo a la clase media en extinción.