Mientras el gobierno se enrreda en sus supuestas «reformas» estructurales, el tema de apoyar a la infraestructura de los autos eléctricos en México tiene un esfuerzo nulo. No hay normatividad, ni visos de legislar en la materia. ¿De qué sirve el esfuerzo millonario de las empresas por impulsar una cultura de los autos limpios? Es tiempo que exijamos a quienes gobiernan a «que se pongan las pilas» pero en la cabeza y se pongan a trabajar en bien de los autos que son amigables con el medio ambiente. La Federación Europea del Medio Ambiente llegó a la conclusión de que son necesarias políticas firmes en la materia. Basta de hacerse los tontos (Apuntes Al Volante).