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No es casualidad que Nissan Mexicana produzca ahora el March (Micra) en Aguascalientes, que en unos meses más se ensamble el Chevrolet Spark en la planta de Ramos Arizpe, Coahuila y el FIAT 500 en la fábrica de Chrysler en Toluca. ¿Por qué coinciden estos tres vehículos de bajo consumo de combustible en el mismo territorio? Guido Vildósola nos dice que en el entorno de América del Norte se ha decidido dar esa pelota a México.
La producción del Spark se destinará a GM en Ramos Arizpe (Foto GMM).
Durante el reciente encuentro automotriz en México (CIIAM), el analista Guido Vildósola, hasta entonces representante de Global Insight, mantuvo una entrevista con alvolante.info sobre el futuro productivo de México en la escala de América del Norte.
— Guido, nos interesa platicar contigo sobre el rol que jugará México en la producción global en los próximos años.
— Yo creo que con las disposiciones en Norteamérica en material ambiental, la exigencia para la industria local es que se produzcan automóviles de menor consumo de combustible y bajas emisiones contaminantes. En ese sentido, toca a México que, por cuestiones de tradición, pueda fabricar unidades que cumplan estas características, toda vez que en Estados Unidos y Canadá se ensamblan unidades de mayor tamaño como las crossover, pickup y sport utility SUV. Entonces el papel de México es importante para que ahora se estén fabricando autos con el Micra por parte de Nissan, el Spark que iniciará General Motors en Ramos Arizpe y el FIAT 500 en la planta de Chrysler.
El Nissan March ha iniciado su fabricación en Aguascalientes (Foto NissMex).
— ¿Qué futuro le ves a esta alianza FIAT-Chrysler? Me da la impresión que esta unión no aguantará por mucho tiempo dada la situación financiera de FIAT en Italia, aún con los propios problemas de la economía de ese país…
— FIAT es un jugador importante como lo es su presencia en Brasil donde son los líderes en las ventas. Entonces, esta buena situación en el sur de América puede ser un garante de que las operaciones con México se lleven bien y rindan sus frutos.
En efecto, FIAT inicia la producción del 500 en Toluca, Estado de México, en la planta de Chrysler este mismo año con una inversión de $4,000 millones de dólares insólitamente aportados por el gobierno mexicano a través de Pro-México y Nafin. Nissan Mexicana, por su parte, lleva a cabo la inversión de $600 millones de dólares para la fabricación del March (Micra en Europa) y otros dos modelos compactos, quizá uno para Renault. En breve, General Motors hará el anuncio propio para su inversión en Ramos Arizpe, Coahuila, para la producción del Spark.
Chrysler Toluca prepara la producción del FIAT 500 (Foto archivo).
La semana pasada se llevó a cabo una prueba de manejo del Spark y se revelaron los precios de la unidad que rondarán los $119,000 y $150,900 pesos.
En efecto, México ha sido productor de autos pequeños desde hace muchos años.
En los años 60 se inició la producción del Datsun Bluebird en la planta de CIVAC en Morelos por parte de la que entonces no se llamaba Nissan Mexicana. También en Ciudad Sahagún, Hidalgo, el complejo de Diesel Nacional, empresa paraestatal, destinó algunas de sus naves a la producción de vehículos Renault como el Dauphine y Gordini así como el Dinalpine. Allí se ensambló en FIAT 1100 conocido como «El Gallito» y en la planta de Puebla de Volkswagen el Sedán o «Vochito». Puebla también fue testigo de unidades de bajo consumo de combustible como el Brasilia, «La Hormiga» (vehículo de carga con motor 1500 del VW Sedán) y la Combi como motorización también de cuatro cilindros.
El auto de menor consumo por parte de Chrysler lo llegó a ser el Neón en los años 80 y 90 y el Ford Fiesta Ikon por parte de la planta de Cuautitlán, Estado de México.
Lo que debe venir ahora es la producción de motores de bajo consumo para lo cual las tres fábricas que más producción destinan (Nissan, Volkswagen, Ford, General Motors y Chrysler), podrán dar anuncios importantes en tal sentido en próximos días o semanas.
