El software y el hadware desarrollado por tecnologías como las de Intel, ya está presente en los autos que se manejan hoy en día. Usted enciende el vehículo y los sistemas detectan cómo maneja usted, si le gusta ir rápido o lento. Los sensores ordenarán a la mecánica cómo comportarse con usted al volante. Todo ello sucede antes de que lleguemos en 2020 a los coches autónomos.
De los autos del diario a los vehículos autónomos (Foto Nissan).
Empresas como Intel trabajan con la industria automotriz para ofrecerles sus paquetes de productos «inteligentes» mediante los cuales el automovilista logra estar conectado con el vehículo. Así, contesta el celular sin mover las manos del volante, así enciende el vehículo y si elige el modo económico tendrá una conexión entre el acelerador y el suministro de gasolina-aire en el motor, dando este prioridad al ahorro. Así la cámara de reversa, así leer en la pantalla su correo electrónico o detectar objetos gracias a los sensores en defensas y costados del vehículo.
Esta conectividad es vendida a las fábricas automotrices por los grandes conglomerados multinacionales de la información. La industria busca que estas tecnologías de conectividad sean cada vez más accesibles para no repercutir su precio en el consumidor.
Un automóvil cada vez se compone más de microcircuitos en toda la unidad. Y estos tienen costos elevados, lo que repercute en el precio final del vehículo.
El Sistema de Navegación Profesional de BMW utiliza tecnología de Intel Corporation de Estados Unidos. El Infiniti Q50 cuenta con un sistema de información y entretenimiento de esa compañía. Lo mismo sucede con el Hyundai Génesis 2015 en su sistema de información al conductor.
Uno de los puntos críticos del Coche Autónomo que ya desarrollan empresas como Volvo, Nissan, BMW y tecnologistas como Google, es conocer cómo reaccionará el automovilista ante este fenómeno del «no manejo».
Una variante de aceptación de la idea del Coche Autónomo es la discapacidad de ciertas personas para conducir un vehículo. Estos programas permitirán el acceso de estas personas a la movilidad.
La industria trabaja en disminuir los riesgos de accidente atribuidos en su mayoría a las fallas humanas, la distracción y el uso de drogas y alcohol en la conducción.