Este martes comparecerá Akio Toyoda, presidente mundial de Toyota Motor Corp., ante el Congreso de los Estados Unidos, en dos páneles que sobre los accidentes de automovilistas poseedores de vehículos de la firma japonesa, se han organizado en Washington. Es la primera vez que un ejecutivo de ese nivel en el mundo, es citado para declarar sobre fallas mecánicas y electrónicas de sus vehículos. Un hecho histórico sin lugar a dudas.
Akio Toyoda con reporteros el viernes en Tokio (Foto Reuters).
Este es un hecho histórico sin precedentes en la historia de la industria automovilística mundial. Ni cuando las camionetas Explorer se volteaban y donde Ford culpó de las volcaduras al fabricante de llantas Firestone, con un antecedente de muertes superior al que ahora agobia a la firma nipona. Por ese hecho el señor Nasser nunca tuvo que dar la cara en el Congreso como ahora lo hará Akio Toyoda.
La semana pasada, el jueves, Automotive News, semanario norteamericano que ha seguido el caso Toyota minuto a minuto, dio cuenta que un ex-abogado de la empresa en cuestión facilitó al comité del Congreso documentos comprometedores que dan cuenta que Toyota sabía hace mucho de los casos de accidentes por fallas en el pedal del acelerador de sus camionetas. Dice ese testigo que la información fue ocultada por la automotriz.
Esta situación le ha generado a Toyota pérdidas por $30,000 millones de dólares ya en la baja del precio de sus acciones en la Bolsa de Wall Street. Y la situación bursatil pudiera empeorar al iniciar la semana en la que Toyoda comparecerá ante el comité que investiga los accidentes en carretera donde varias personas han perdido la vida. El caso más sonado es el de un policía californiano que murió cuando conducía su camioneta Toyota y el pedal del acelerador se atoró. Los cuatro tripulantes murieron aún cuando habían llamado al teléfono de emergencias para solicitar ayuda.
Otros casos se han sumado al expediente que esta semana tendrá en su poder el comité encabezado por un legislador californiano del ala demócrata.
Como decimos en México, el asunto se politiza. Y las cosas no estarán fáciles para la firma automotriz en estos días.
Aunado a lo anterior, sigue pendiente si Toyota llamará a revisión a los modelos Corolla 2009-2010 por problemas en un sensor de la dirección. En México han desmentido que hubiera investigaciones por este caso.