Le decíamos en mayo 28 de 2007 que la china Chery Automobile firmaría un convenio con Chrysler LLC para venderle autos QQ para México y, de hecho, lo fabricarían en la planta mexicana de Toluca. Apenas en noviembre de 2008 ese proyecto se dio por cerrado para la filial por órdenes desde Detroit. Todo se fue por la borda por los problemas financieros graves de la firma automovilística norteamericana.
Autos Chery llegaron a los patios de la planta Chrysler en Toluca, México. Se evaluaron, salieron a la calle, se midieron los contaminantes, se hicieron los planes para su comercialización. De repente, en noviembre, y luego de un desarrollo de más de un año, el proyecto se paró por órdenes de la casa matriz en Detroit. Ni Chery Automobile ni Chrysler LLC llegaron a un acuerdo. Chrysler ya tenía serios problemas financieros y definitivamente no podría respaldar esta operación en América.
Ejecutivos de Chrysler México, buscados afanosamente por alvolante.info, primer espacio que dio la noticia en nuestro país, señalaban que «ya merito y anunciamos la noticia». «No, no lo vamos a lanzar en enero», nos decían en diciembre de 2007. «No, no lo vamos a presentar en el Salón Internacional del Automóvil (SIAM) en septiembre (de 2008)», rectificaban al reportero.
— ¿Entonces cuándo?
— Todavía les estamos haciendo las adecuaciones a las unidades para que sean viables en México. Estamos midiendo los niveles de CO2 y otros elementos, la parte de mercadotecnia también se está analizando. Pero ya veremos–, decía uno de los ejecutivos participantes en un foro de la AMDA en febrero de 2008.
La fecha nunca llegó. La orden de Detroit era contundente: «Cierren ese proyecto y regresen las unidades a su lugar de origen».
Quizá alguien en Chrysler Toluca se quedó con alguna unidad por ahí y usted la pueda ver en las calles de esa ciudad, ubicada a 70 kilómetros al Poniente de la Ciudad de México.