Caerían ventas de autos en EU a 13 millones de unidades

Recogidas por la agencia Reuters el pasado jueves y publicadas en algunos medios en México ayer, las declaraciones del presidente de Chrysler LLC, Robert Nardelli, en el sentido de que las ventas de automotores en Estados Unidos caerán a su nivel más bajo en junio y que el pronóstico de ventas anuales también será disminuido drásticamente «a una tasa anual de casi 12.5 millones de unidades», algunos analistas en ese país están por dar a conocer en julio un documento en el que, efectivamente, establecerían las ventas en un promedio de 13 millones de unidades.

Si se consideran las ventas de 2007 que cerraron en 16.2 millones de autos y camionetas ligeras aproximadamente, de acuerdo con reportes de Automotive News, la verdadera caída será de 2.2 millones de unidades, más o menos lo que México produce año con año.

De confirmarse el estudio, la situación pegará y fuerte al sector automotriz mexicano.

Las plantas automotrices en Estados Unidos, sobre todo General Motors, Ford y Chrysler, se están viendo afectadas principalmente en la producción de camiones y camionetas utilitarias de alto consumo de combustible. Corresponden a las equipadas con motores de ocho cilindros. Pero desde luego Toyota, Nissan y Honda, junto con las demás, no son la excepción.

Tradicionalmente, las exportaciones mexicanas hacia el vecino país son precisamente de unidades de este tipo, principalmente. Son los casos de GM con el envío de modelos como Avalanche, Suburban, Silverado y Escalade; de Ford con los camiones F150, F350 y F450 producidos en Cuautitlán y donde se acaba de anunciar la eliminación de su proceso de fabricación; Chrysler con el Journey y habría que ver el proyecto de Nissan y Chrysler para que esta ensamble en Derramadero, Coahuila –donde se está conformando un interesante cluster — la Nissan Titán (castellanizado el nombre).

De dejarse de vender 2.2 millones de unidades este año en Estados Unidos, ello significará la demanda de menos exportaciones provenientes de las filiales en México, y la consecuente reducción de producción y de mano de obra.

Los analistas en Estados Unidos iniciaron el año dando cifras muy conservadoras de baja en las ventas. Se habló en febrero que la reducción sería para este año de 15.9 millones de unidades al final del ciclo. Luego, en mayo, algunas casas financieras marcaron un parámetro de 15.1 millones. Ahora en julio habrá una tercera revisión formal del pronóstico que se ubicaría, dicen fuentes confiables a alvolante.info, en 13 millones de vehículos, aunque Bob Nardelli, de Chrysler LLC, señala que pudiera ser hasta de 12.5 millones de unidades.

Esta crisis es derivada de la baja producción de petróleo a nivel mundial con una mayor incidencia de países como Arabia Saudita –que acaba de anunciar un aumento en este sentido–, Venezuela y aún, sin querer, México que también bajó la extracción del crudo este año.

El precio del barril de petróleo ha rebasado los 130 dólares y el del galón de combustible en Estados Unidos los $4.60 dólares.

El consumidor afectado ha decidido no comprar de momento nuevo automóvil o, si lo hace, adquirir unidades más pequeñas que ofrezcan menor consumo de gasolina. Por tanto, la venta de camionetas ligeras y utilitarios en ese país, sobre todo con motor de ocho cilindros, se ha caído entre un 35 y un 40%.

Ejecutivos de la industria en México nos han dicho que «las cosas no pintan bien para el segundo semestre ni en producción ni en ventas para el mercado interno» pues el fenómeno de recesión en Estados Unidos, ya está pengando al consumo desde bienes básicos cuyo precio se estará controlando, aunque de manera tardía porque ya subieron, hasta bienes de capital, donde entran los autos y camiones ligeros.

El segmento de pesados vive otra situación derivada de la aplicación de reglas ecológicas que incentivan su venta en este momento, pero en unos meses podría también verse afectado por la crisis de energéticos que están aumentando y la amenaza latente de retirarle a la gasolina y el diesel el subsidio federal.