El próximo viernes 17 de febrero, el gobierno de Brasil enviará formalmente a México su propuesta de renegociación del Acuerdo de Complementación Económica ACE 55, «pero lo que los brasileños están buscando en el fondo es «reventar» el acuerdo con México, con lo que seguramente en vez de marcar los tres puntos sobre camiones y contenido local, harán pedimentos fuera de proporción».
Nissan March, el subcompacto importado más vendido en Brasil (Foto Al Volante).
La Secretaría de Economía ha hecho la petición a los industriales del automóvil de México para que «conserven la calma y traten el asunto de renegociación del ACE 55 con Brasil con todo cuidado y mesura posibles», dijo a Al Volante una confiable fuente cercana a la dependencia que actuó directamente en las negociaciones del acuerdo.
— ¿Por qué quiere Brasil «reventar» el ACE 55 con México?
— Este es un evento eminentemente político. Hay que recordar cómo llegó a la presidencia de Brasil la candidata Dilma Rousseff; con todo el apoyo de los sindicatos automotrices y la gran mayoría de la población que se vio beneficiada por las políticas de apoyo popular del entonces preesidente Luis Ignacio Lula Da Silva. La actual mandataria tiene que hacer un pago a su clase trabajadora. Y qué mejor que darles una medida proteccionista como un «no a los autos mexicanos, consumamos lo que Brasil produce»…
— ¿Esta medida en qué perjudica a México y en qué beneficia a Brasil?
— Muchísimo. Imagínese que Mazda va a invertir $500 millones de dólares en una planta en México para producir autos que están destinados básicamente al mercado de Brasil. Si se rompe al acuerdo del ACE 55, muchas empresas se van a ver afectadas, no sólo las armadoras (sic) sino también de autopartes. Si tienes un mercado brasileño cerrado donde hay que pagar 30% de arancel para poder vender, pues entonces ya no les costea tanto producir aquí. Y a Brasil a largo plazo le perjudica, porque aparentemente están cuidando su mercado, pero a la larga se están generando gratuitamente un desprestigio en el concierto del mercado mundial (¿Qué tanta confianza le podemos tener a una Nación que rompe los acuerdos?). «Cuidan» su economía pero a la larga ese proteccionismo va a dañar su fuerza productiva que no se vuelve competitiva internacionalmente. Van a perder en ese plazo.
Para el entrevistado «Brasil ya lanzó la pelota a la cancha. Espera que el nerviosismo y la ecatombe se genera acá, no allá. Al haber hecho una declaración de ese tamaño su presidenta en su gira por algunos países de Latinoamérica, motivó que inmediatamente el Presidente Calderón le llamara y enviara a sus colaboradores a escuchar a los brasileños. Eso les alegró mucho. Ya lograron el efecto que esperaban. Ahora viene una segunda reunión después de la carta que manden este viernes. ¿Otra vez México va a acudir a Brasilia? ¿O toca a los brasileños que vengan a México si tanto interés tienen de cambiar el acuerdo?».
— ¿Y cuál es tu punto de vista?
— Eso importa poco. Lo más trascendente es ver cuántos puntos de renegociación plantean los brasileños en ese documento del viernes 17. Si vemos «la carta a los Reyes Magos» (una larga lista de pedimentos), entenderemos que buscan denunciar (renunciar) el ACE 55.
La misma fuente aclaró a Al Volante que «la Secretaría (de Economía) sí invitó a los industriales del sector al viaje a Brasilia la semana pasada. Estos seguramente no accedieron para no meterse en el remolino… o a lo mejor no estaban listos para llevar una posición común de sus agremiados».
— Finalmente, si Brasil «truena» el ACE 55 con México, nuestro País puede aplicar aranceles a los productos brasileños…
— No está tan fácil. Ellos cerraron su portería, no podemos meterles goles. Pero nosotros no podemos cerrar la nuestra porque tenemos múltiples tratados y convenios comerciales con terceros países por medio de los cuales ellos (los brasileños) se pueden meter y nos pueden «terciar» sus productos. Nosotros tenemos mercado libre; ellos no, están protegidos. Por eso no es tan fácil decir que vamos a cobrarles impuestos a sus autos o a sus autopartes. No es tan fácil.