Bajarán las ventas 30% en octubre: AMDA y AMIA

Las ventas de la industria automotriz para el mercado mexicano bajarán en octubre en un 30%, revelaron a alvolante.info dos fuentes cercanas a la AMDA y la AMIA. La tendencia sigue siendo de caída, «pero ya menos» de lo que se venía registrando en meses pasados. No obstante, dicen que se tocó piso pero no hay luz al final del túnel, aún.

Aún cuando el gobierno quiere ver a la economía «en una franca recuperación», los allegados al sector –gente seria– saben perfectamente que la curva de levantamiento de la caída industria será muy lenta y difícil de superar al corto plazo.

Octubre se presenta con un descenso del 30%, a pesar que sólo faltan dos días para que finalice el mes. Las cifras oficiales se preparan para mediados de noviembre (en Estados Unidos estas cifras se dan el primer día del siguiente mes, al igual que en Europa, y eso que hay más marcas participando en mercados más grandes que el mexicano).

En un análisis de alvolante.info, espacio que guarda una sana distancia tanto con el sector oficial y sus maquillajes en cifras, como del sector privado, cuyos integrantes, algunos, quieren ver claro donde la realidad les refuta todos los días su perdido optimismo, encontramos que octubre debiera reflejar cierto entusiasmo del consumidor por la compra de un vehículo nuevo.

Atrás quedaron los vaivenes de las elecciones intermedias de julio y sus vacaciones, la entrada de niños y jóvenes a las escuelas y sus respectivos gastos escolares que desalentaban la compra de coches por parte de los consumidores. ¿Qué pero pone ahora a la industria el mes de octubre? Ninguno más que una preocupante incertidumbre y una recesión en los bolsillos que escapa a la fiesta jaujacana de las élites del poder.

La miope visión gubernamental sobre el grave problema que padece la industria automotriz en México empeora el diagnóstico. No hay nada más delicado que la insensatez de quien conduce los destinos del País.

Y si el problema de la baja en ventas y su producción también a la baja con un promedio del 30% tanto en ensamble como en exportaciones, no es diagnosticado todavía por el gobierno y su aparato económico ineficaz, menos lo será el planteamiento de soluciones. Así que la industria se las tiene que arreglar sola. Eso significa que seguirán los despidos, los paros parciales en las industrias y los riesgos de cierres definitivos de factorías de diverso tipo, ya sea ensambladoras o autopartistas, sector que ya tiene a 50,000 trabajadores en paro.

En cuatro diferentes eventos, el autodenominado «presidente de la industria automotriz» prometió ayudar al sector. Los industriales llevan un año esperando reunirse con el ejecutivo. Pero fuentes allegadas al poder presidencial han manifestado el malestar del habitante de Los Pinos por la forma como se han conducido la industria de hacer plantones en la Cámara de Diputados y utilizar a los medios a su antojo para presionar la reunión.

Así, al carro de la industria no le ha quedado otra que irse por la libre. Aprovechar los limitados, insuficientes recursos disponibles para tratar de paliar el problema del desempleo en las factorías, llevar la marcha de un Plan de Renovación Vehicular que cayó en la burocracia, la inoperabilidad y el fracaso. Estas «aspirinas» a la industria inhiben temporalmente la enfermedad verdadera: La industria corre el riesgo de paralizarse por culpa de la arrogancia gubernamental.

Y cuando los ¿responsables? del sector económico nacional quieran reaccionar para tratar de salvar al sector más importante de la manufactura nacional (20% del PIB industrial), será tarde.

Las ventas de automóviles siguen para abajo. Y ello representa el cierre de cientos de distribuidoras en todo el País, con la pérdida de 10,000 puestos de trabajo. Y si la delincuencia y el ambulantaje aumentan, que no se pregunte por qué.

Los allegados a la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automóviles, AMDA y de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, AMIA, dijeron a alvolante.info que «por lo menos en las bajas de octubre vemos que ya se tocó piso. Sólo que la recuperación va a ser muy lenta y pausada. Digamos que no hay luz en el tunel porque este todavía no lo encontramos, pero de que el coche ya camina en el piso inferior, eso es una realidad», señalan.