Después de la sucesión de fracasos de Ferrari en la Fórmula Uno, desde el 2009, la escudería se deshace del que posiblemente era el problema: Stefano Domenicali. Este lunes la noticia corrió por todo el mundo deportivo.
Renunció el director de la gestión deportiva de Ferrari. Luca Di Montezemolo a la izquierda.
Posiblemente, con toda seguridad, la gota que derramó el vaso fue la decisión fallida de usar, de los dos monoplazas que corrieron en el Gran Premio de Bahrein el fin de semana, el dañado auto de Kimi Raikkonen en lugar de usar el que estaba en óptimas condiciones que manejó Alonso. Esta unidad fue la que se usó dos días después de la carrera, en las prácticas.
Esta decisión directamente de Domenicali, por tener el encargo de director de la gestión deportiva de Ferrari. Un error a todas luces. Fue la gota que derramó el vaso.
Esta situación coartó el segundo día de pruebas del Cavallino, perdiendo una oportunidad de oro para seguir probando las partes nuevas en vista de aumentar o evolucionar el monoplaza F14-T.
Sustituye a Domenicali en Ferrari el señor Marco Mattiacci, presidente y director de Ferrari Norteamérica.
Creemos que, aunque la medida parece ser momentánea (porque es necesario para este puesto un directivo que tenga la experiencia intensa en toda la tecnología del monoplaza, todo el conocimiento de la psicología del piloto, aunada a dotes de dirección), tenemos el ejemplo de una persona con estas características, Ron Dennis, de McLaren, que corrigió el rumbo de la firma, recordando que Dennis se inició en la Fórmula Uno a final de los años 50 en el área de mecánica, saltando a jefe de mecánicos, integrándose en la firma McLaren a final de los años 70 como director de equipo.