El misterioso caso del KIA Soul 2016 cuyo motor se apagó y se descompuso

Rosa Isela compró en 2016 su flamante KIA Soul. El año pasado, cuando circulaba por la carretera Atlacomulco-Toluca, en el Estado de México, la camioneta comenzó a perder potencia; cambió ella a cuarta velocidad, luego a tercera, luego a segunda hasta que se aorilló porque la unidad se quedó sin potencia, parada. Vivió un calvario a mitad de la noche oscura y pernoctando con su hija a bordo para que no le robaran la unidad. A la agencia KIA poco le interesó su caso y es hora que no le cambian la unidad.

El KIA Soul de Rosa. ¿Por qué perdió potencia? ¿Por qué se descompuso? (Foto de la interesada).

La propietaria se quedó varada en la carretera con una KIA Soul descompuesta. La agencia de Mariano Escobedo, en la CDMX, nunca supo dar un motivo suficiente de, al parecer, un motor defectuoso. Ella y su pequeña hija esperaron en vano a una grúa que les llevaría la compañía de seguros. Una noche sobre la carretera, ahí a un lado, entre dos camiones luego que un avezado les empujó con su vehículo a la KIA (dañando la parte trasera de la fascia). Para llegar hasta el día siguiente a la gran ciudad habiendo pagado 1,800 pesos por el arrastre y con recibimiento en la agencia parecido a este: «Para qué se anda quedando en la carretera, ¿no ve que es muy peligroso?» Tono burlón o inocente de un asesor de servicio mal capacitado para comprender el coraje e impotencia de una automovilista que creyó en el mensaje «KIA The Power of Surprise» (El Poder de Sorprender). Y sí, Rosa Inés es una cliente sorprendida pero por la falta de apoyo de la marca.

No le vamos a llenar de historias aquí, ni de anécdotas, sino de expendientes que iremos formando uno a uno cuando una marca no cumple con el consumidor. El caso de Rosa Inés es el de una cliente que compró un auto nuevo y este le falló. Y le han tardado un año en decirle que probablemente le van a cambiar el motor, luego que ella ha gastado tiempo, dinero y esfuerzo en hacer el trabajo de la agencia, la marca y de la compañía de seguros. En otros países de verdadera legalidad esto ya hubiera costado a la marca una indemnización económica además de la devolución de su dinero por un producto de poca confiabilidad.

Nada anormal había en el KIA Soul de Rosa Inés, hasta que falló.

La pregunta de fondo es: ¿Por qué falló el motor del KIA Soul de esta propietaria? ¿Quiere decir esto que lo mismo puede ocurrir en otras unidades? ¿Que los motores del KIA Soul están defectuosos?

Que el testimonio de Rosa Inés sirva para levantar la voz y hacer justicia en un país que está harto de la mentira, la calumnia, la impunidad y la ilegalidad.

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