Club Rambler organiza «Clásicos en Azcapotzalco 2017» con 150 automóviles

El Club Rambler, que preside Julián Vilchis, llevó a cabo, junto con los funcionarios de la Delegación encabezados por Pablo Moctezuma, jefe del área al norte de la Ciudad de México, el encuentro «Clásicos en Azcapotzalco» que reunió a 150 autos de colección, clásicos y veteranos, con un seminario con temas de la Historia de Rambler, Remodelación Automotriz e Historia del Renault 5, entre otros. La exhibición fue el pasado 29 de octubre.

Rambler Classic 1963 prototipo 001 que recibió el reconocimiento como el mejor auto de la exposición (Fotos de Al Volante y Club Rambler).

Este evento rebasó las expectativas de organización, pues miles de habitantes de esa demarcación llenaron el jardín principal y las calles adyacentes. La explanada central de la delegación fue ocupada por las mejores 40 piezas del Club Rambler, desde el Classic 1963 prototipo (producción cero) del pintor Daniel Lezama, premiado por el jurado calificador; el American 1980 de Reyna Sancen, destapado y en perfectas condiciones de estética y mecánica, así como modelos Javelin, Gremlin, Rally AMX, Brougham, Wrangler vagoneta, Pacer y American de los años 60, 70 y 80, entre muchos otros para completar 150 piezas automovilísticas, con todo y ser día del Gran Premio de México.

El pintor Daniel Lezama con su reconocimiento.

El Rambler Classic 1963

Daniel Lezama estuvo viendo a este modelo anunciado en 70 mil pesos. Se le hacía caro, a pesar que era un auto piloto (quiere decir prototipo a partir del cual se inició la producción en la planta mexicana de Norte 65, en Azcapotzalco en 1963). Que el auto fuera hecho a mano, le llamó más la atención al también pintor. Del Rambler Classic 1963 solo se fabricaron 700 vehículos, por lo que traer el auto 001 le ha representado su máximo orgullo. Durante 23 años espero para poderlo adquirir, hasta que su dueño le dijo que sí. Pagó por él 46 mil pesos, pero son miles de pesos más los que le ha invertido.

El antes y el ahora: Reyna Sancen, foto superior, con su Rambler American 1980 recién adquirido. En la foto inferior, 37 años después, la propietaria con su hijo Miguel, en el Encuentro de Clásicos.

(A los coleccionistas de autos siempre les inquieta cuando les preguntan: «¿Cuánto cuesta su coche?» Suelen contestar, pues súmele mi trabajo de 10 años, conseguir las piezas incluso en el extranjero, y el cariño que le tengo. Súmele y póngale precio a eso»).

Rambler American 1980

Doña Reyna Sancen se fue en 1980 a la agencia Autópolis de Fray Servando Teresa de Mier, en el Centro de la Ciudad de México. La agencia VAM exhibía un American color naranja. Ese le gustó. Preguntó cuánto costaba. Le dijeron que 180,000 pesos (de esos viejos pesos, con tres ceros más). Entonces lo compró al contado. Equipado con un motor de seis cilindros (todos los VAM fueron de seis pistones) de 258 cc de 4.2 litros, le tomó la foto llegando a su casa. De hecho trae a la exposición su foto, así como su carnet original de servicios. Y luego su hijo Miguel Arreola le pedía el auto. Ella dijo que no, hasta que le hizo prometer que cuidaría al auto «como si fuera un hijo mío más», dice doña Reyna. Y Miguel se dio a la tarea de cuidarlo y restaurarlo año con año. Por eso luce radiante y con el motor completamente limpio. Un verdadero auto de colección. «Uno se llega a enamorar y a encariñar con los coches», remata la propietaria que luce en muy buen estado de salud, sonriente y orgullosa de exhibir su American 80.

Salvador Díaz, autografiando su libro «VAM, el sueño posible…» al pintor José Padilla que apoyó en el evento.

Otras marcas

Fuera del centro de la exposición, las calles y el jardín delegacional lucían a modelos VW Sedán, Renault 2.0 litros, Renault 5, Valiant Super Bee, Ford pickup de los años 50 y 60, Ford Galaxie, Chevy II modelo 1963, Ford Mustang, Dodge Magnum y hasta una Dodge Durango con sonido de «La Llorona», muy adhoc a las fiestas de Día de Muertos.

El evento inició con un desfile desde el Parque de La China hasta la explanada del edificio delegacional de Azcapotzalco. Encabezó la fila de autos el Jeep de Julián Vilchis, quien recibió un fuerte apoyo humano de Salvador Díaz, ex-ejecutivo de Vehículos Automotores Mexicanos y autor del libro sobre la «Historia de V.A.M. El Sueño Posible»; Amado López, ex-jefe de publicidad de la empresa mexicana y gran entusiasta de «Amigos de VAM» y del Club Rambler, así como Jorge Anzaldúa, entre muchos otros.

Los amigos del Club Datsun llevaron una decena de piezas como esta Pickup hecha en EEUU.

El tema expuesto en la videoteca del lugar que más llamó la atención del público presente fue «Historia de Rambler», donde Salvador Díaz ofreció una plática magistral con muchos datos y anécdotas de la marca que nació a finales de los 1800, antes que Ford, y cómo nacieron Rambler, Willys, Nash, American Motors y su presencia en México con Vehículos Automotores Mexicanos (VAM).

Por la tarde se llevó a cabo la premiación. Los dos destapes, de los autos Rambler Classic 1963 y Rambler American 1980, fueron al mediodía. Una gran fiesta del automovilismo que se debe repetir el año próximo por el éxito obtenido pues los organizadores llevaron los autos hasta donde están los amantes de los vehículos, allí en la calle, sin cobrar la entrada.

Julián Vilchis, Salvador Díaz, Agustín Gallardo y Amado López.

El sitio Al Volante apoyó esta causa cultural de promover al automóvil histórico y al Club Rambler, con la conducción del evento, con todo gusto.

Ya se debe estar organizando el Encuentro Clásico en Azcapotzalco del año entrante.

 

 

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