El Dr. Francisco Martínez-Gallardo Portuales, «Francis» (73 años), falleció el día de ayer, 13 de mayo, víctima de un infarto. Le sobreviven su esposa Aurora Vargas, una hija y sus hijos Fernando y Javier que le ha seguido en la actividad automovilística.
Dr. Francis Martínez-Gallardo (Foto archivo).
Martínez-Gallardo fue en vida un excelente otorrinolaringólogo. Se encontraba comiendo con un amigo cuando le vino el mal. Fue velado anoche en la agencia Gayosso de Félix Cuevas y sus restos han sido cremados hoy, a las 14.30 horas.
Francis fue integrante del Rally Automóvil Club, RAC. Asistía constantemente allá por Río Churubusco, en la Colonia Del Valle. Fue presidente de la Comisión Nacional de Rallies, CNR, pero tuvo actividades tan importantes como médico deportivo cuando el Gran Premio de México regresó en los 90. Martínez-Gallardo desempeñó una labor única al frente del cuerpo médico preparado por él.
Eduardo Pérez-Pasten, a la postre director médico de la Federación Mexicana de Automovilismo Deportivo, FEMADAC, reconoce en el Doctor Francis a un gran maestro, uno de los mejores especialistas del país y quien incansablemente trabajó en los cursos para preparar a quienes hoy están al frente de la labor médica en los diferentes circuitos de los seriales nacionales.
Francis con su hijo Javier (Foto archivo).
La labor médica deportiva no se puede explicar sin la participación de Martínez-Gallardo.
Atendiendo su consultorio todos los días, los fines de semana se daba tiempo para asistir a múltiples rallies nacionales, tanto como a muchas ediciones de La Carrera Panamericana.
Francis Martínez-Gallardo, que en unos días cumpliría los 74 años de edad, se veía a bordo de su inseparable Chevrolet Corvette rojo, apoyando rallies como el Medianoche, el 24 Horas. Fue navegante de Agustín Zamora, «el manos de oro», así como de muchos otros pilotos de la actividad.
Estuvieron a despedirle ayer en Gayosso Félix Cuevas, muchos amigos entre quienes podemos mencionar a José Abed, Emilio Ugarte, Emilio de la Parra, Agustín Zamora y muchos más.
Sus dos hijos, Fernando y Javier, participaron en los rallies nacionales con el entusiasmo que su padre les influyó toda su vida. Cada uno siguió su actividad profesional, pero siempre cerca de quien fue su ejemplo de vida.
¡Hasta siempre, doctor!