Ha corrido la noticia que Rubens Barrichello, uno de los veteranos de la Fórmula Uno, está a punto de firmar con Frank Williams. Él dice que es un privilegio que dos escuderías se disputen su asignatura. Brawn por su parte considera a Nico Rosberg como un candidato a estar con ellos en 2010. Pareciera que el brasileño tiene el asiento asegurado.
Las notas de Reuters, aderezadas bajo el espíritu analítico de Autosport de Inglaterra, pintan la situación como favorable para el veterano brasileño. Pero no todo está asegurado para él en cuanto a que Brawn ya lo considera descartado y más bien Rubens se ha tenido que aplicar a conseguir el asiento.
En la conferencia de prensa, Barrichello deja ver que es todo un privilegio que dos escuderías se estén disputando su persona. Pero Brawn parece no sentirse tan a gusto con la carrera del sudamericano en tanto ha ganado dos carreras pero no ha sido un piloto tan constante por ejemplo como Fernando Alonso.
Fernando aún con menos podios que Barrichello, se ha mantenido en el ranking de pilotos con una línea permanente entre el cuarto y octavo lugar en las anteriores carreras del calendario 2009. Ferrari ha pensado en él como un «buen vino que ha madurado».
Barrichello en cambio mantiene una imagen más gastada en el automovilismo de fórmulas. Cuando salió de Honda porque esta se despidió de la Fórmula Uno, Rubinho pensaba que todo se había acabado. Ross Brawn le dio la oportunidad de emanciparse, de recuperarse. Y así lo hizo, quizá más por los avatares de Jenson Button –las irregularidades que se dieron de la cuarta fecha en adelante con más bajos que altivos– que por su propio esfuerzo. Sin menospreciar el segundo lugar que tiene en el campeonato el brasileño, su posibilidad en el 2010 será su prueba de fuego para analizar su real calidad no agotada en la F-1.
Frank Williams no ha dicho nada sobre la contratación segura que por ahí se avisora. Más bien se mantiene callado porque los meses de acuerdos son difíciles, las charlas son delicadas, el semblanteó a las personalidades de los pilotos pasan por la férrea prueba de la crítica de los preparadores. Por eso Rubinho no puede cantar victoria de ya estar adentro de Williams.
Williams se mueve al paso que le dicte Toyota. La armadora de autos más importante del mundo tampoco ha tenido un año prodigioso, sobre todo en los últimos cinco meses en que la crisis de los automóviles ya hizo un poco de agua en el buque japonés de gran calado. Los dineros no se sueltan tan fácilmente.
Pero bueno, Barrichello cumple con su papel de decir, de hablar, de presionar de una u otra manera. Frankie es más serio en esto, pero sabe que así se mueve el bullicioso corredor.