La parafernalia montada en palacio –con un gasto de varias decenas de millones de pesos–, ante un llamado a la austeridad en los gastos públicos, dio como resultado una sóla mención al Plan de Renovación Vehicular en el mensaje al tercer informe de gobierno de Felipe Calderón. Pero no se habló de su eminente fracaso por falta de infraestructura para la destrucción de chatarra, por ejemplo.
En vez de presentarse ante el Congreso de la Unión para dar el informe, Los Pinos preparó el montaje de un escenario de aplausos en el Palacio Nacional que cuesta al erario varias decenas de millones de pesos, contrastando con el manejo austero de las finanzas públicas que se manifiesta ejercer.
Una sola mención al Plan de Renovación Vehicular sin dar cuenta del resultado parcial de este a mes y medio de su implementación. No se reconoce que la infraestructura para el programa no existe, pues hay sólo tres o cuatro deshuesaderos autorizados en todo el país para el plan. Una inconsistencia que no cupo en el mensaje de hoy.
Ya en los glosarios, tendremos que encontrar la información referida al apoyo que el gobierno ha dado a la industria automotriz, pero teniendo que analizar por fuera si estos soportes han sido suficientes y eficientes para el verdadero desarrollo del sector automotriz.
A continuación se facilita a los lectores el extracto del tercer informe de gobierno referente al apoyo al sector.
«Programas para el escalamiento de la producción hacia manufacturas y servicios de alto valor agregado, como son las industrias eléctrica, electrónica, producción de vehículos y de autopartes, siderúrgica y aeronáutica, entre otras.
«Entre septiembre de 2008 y junio de 2009, se realizaron las siguientes acciones para impulsar la competitividad del sector automotriz:
«Se aprobaron 336 solicitudes de importación de insumos y componentes sin arancel, al amparo de la Regla Octava del PROSEC Automotriz, con un valor de 5,159 millones de dólares, 68% más que en el mismo periodo anterior, en beneficio de 80 empresas.
«Entre enero y junio de 2009, las solicitudes aprobadas fueron 223, en beneficio de 62 empresas, con un valor de 2,522.3 millones de dólares, cifra 62.2% superior a la del mismo periodo de 2008, en donde se aprobaron solicitudes a 58 empresas.
«En los primeros seis meses de 2009 la inversión extranjera directa (IED) en el sector acumuló 826.6 millones de dólares, lo que representa un aumento de 67.7% respecto al mismo periodo de 2008. La IED en el sector de 2007 a junio de 2009 alcanzó 3,668.5 millones de dólares, 12.6% más con relación a la efectuada entre el 1o. de enero de 2001 y el 30 de junio de 2003.
«Entre enero y junio de 2009 la producción automotriz reportó 623,797 unidades, con una variación de menos 44% en comparación con el mismo periodo de 2008, en tanto que las ventas al exterior alcanzaron 484,689 automotores, con una variación de -42.1% respecto a igual lapso del año anterior. La producción de vehículos de 2007 a junio de 2009 acumuló 4,727,502 unidades, lo cual representa 7.5% más que lo realizado entre el 1o. de enero de 2001 y el 30 de unio de 2003. Por su parte, el valor de las exportaciones se incrementó 41% entre enero de 2001 y junio de 2003 y enero de 2007 a 30 junio de 2009.
«Con el objetivo de mitigar los efectos de la crisis económica mundial en esta industria, a partir del 21 de julio de 2009, el Gobierno Federal instrumentó el Programa de renovación vehicular para incentivar las ventas de vehículos nuevos, mediante un esquema de subsidio del gobierno asociado a la destrucción de vehículos de 10 años o más de antigüedad.
«El Programa otorgará recursos durante el segundo semestre de 2009 por 500 millones de pesos para apoyar la renovación del parque vehicular. El 3 de agosto de 2009, se autorizó una primera asignación de 250 millones de pesos a las empresas inscritas en el programa (Chrysler, Ford, General Motors, Honda, Nissan, Toyota y Volkswagen)».
Hasta aquí el extracto del tercer informe de gobierno con respecto a lo que se comenta sobre la industria automotriz.
Hay que hacer consideraciones, desde luego, partiendo de la lista de empresas que se vieron beneficiadas con la excención de aranceles, y si ello repercutió verdaderamente en su desarrollo.
No hay ninguna mención a la cancelación de la planta de FAW en México, del que el propio Felipe Calderón «apadrinó» la colocación de la primera piedra y de la cual el empresario Ricardo Salinas Pliego se echó para atrás con este proyecto en el cual el gobierno le exentó del pago del 50% del valor de cada unidad en aranceles (se importaron unas 2,500 unidades).