México va de gane por la corrupción con un 37% (37 de 100 personas son corruptas) superado tan sólo por Haití con 50% y por arriba de Bolivia, Chile y otras naciones de América Latina
En la encrucijada de Muñoz Leos.
Todos los días nos desayunamos con la noticia de que se descubre algo nuevo en corrupción en Pemex, en el Tribunal Electoral, la Secretaría de Educación Pública, en la construcción de la Megabiblioteca José Vasconcelos, en la compra de computadoras para las escuelas, en los hospitales, sindicatos incluidos el petrolero, azucarero, los partidos políticos, en…¡¡uff!! no acabamos.
Curioso, parece que en la iniciativa privada todo es Jauja, el país imaginario de la felicidad. En las empresas no se descubre nada; no pasa nada. ¿Todo es limpio?
Estar casi a la cabeza del raking de corrupción es una vergüenza en un país que se jacta de demócrata, de manejarse al imperio de la ley y demás simulaciones y mentiras.
Al tal Raúl Muñoz Leos, impuesto en el cargo de director de Pemex por el «Presidente» Vicente Fox –así le gusta que le llamen a pesar de sus ineptitudes para el cargo que ya se le acabó, más no el cheque que recibe mensualmente del erario– le averiguaron actos de corrupción y daños contra el patrimonio por casi $2 millones de pesos y lo van a suspender de cargos públicos hasta el 2029.
Yo pregunto: ¿Qué castigo es este si en la iniciativa privada le pueden dar chamba mañana mismo?. El señor todavía se da el lujo de sacar un libro donde, dice, cuenta su verdad.
A ese señor debieron cortarle las manos e inhabilitarlo de por vida en trabajo alguno, sea público o privado. Pero, desgraciadamente, quienes imponen los castigos son igual de corruptos que el imputado.
Válgame Dios con estos gobiernos del cambio.