México tiene un as anti-Trump bajo la manga

Las constantes amenazas del presidente electo de Estados Unidos desafortunadamente comienzan a surtir efecto creando miedo entre las compañías y afectando directamente a la industria automotriz mexicana, primero con la empresa Carrier que pretendía crear mil empleos en México, después con Ford que decidió retirar una inversión de 1,600 millones de dólares, con FCA cuyo presidente Sergio Marchionne ya dejó ver la posibilidad de retirarse de México, recientemente el anuncio de RAM de llevarse parte de la producción a sus plantas estadounidenses, y Toyota que dejó para después el plan de levantar un complejo en Baja California. Pero el as bajo la manga para responder a Trump es una demanda del gobierno mexicano por incumplir acuerdos comerciales.

Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) y uno de los negociadores del TLCAN, que acaba de cumplir 23 años (desde el 1 de enero de 1994), aseguró que en caso de que Trump cumpla sus amenazas de imponer aranceles hasta de 35% de forma unilateral,  el gobierno de México tiene la posibilidad de contraatacar y demandar al de Estados Unidos ante el TLCAN y la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Eduardo Solís, presidente de la AMIA (Archivo Al Volante).
Eduardo Solís, presidente de la AMIA (Archivo Al Volante).

No se le puede impedir al presidente electo estadounidense intentar renegociar el TLCAN, pero eso es muy diferente a su intención de imponer aranceles fuera de la realidad que van en contra del principio por el que se creó dicho Tratado, de cuidar los intereses económicos de la región.

De entrada cabe recordar que el TLCAN contempla cero impuestos a los vehículos ligeros y pick ups que México exporte a EU, y si el magnate pretende ignorar ese acuerdo firmado con nuestro país y Canadá, el compromiso de su país ante la OMC es de 2.5%  máximo de impuesto para vehículos ligeros y 25% para camionetas.

“De conformidad con los acuerdos con Estados Unidos un aumento de impuestos por encima de lo que tienen consolidado en el TLCAN o en la OMC, exceder a estos consolidados inmediatamente pone a Estados Unidos en una violación de compromisos internacionales, sobre todo hablando de llevar a cabo acciones unilaterales de esta naturaleza; si lo cumple o no, si lo lleva a cabo o no, todos estamos por saberlo y no quiero especular”, expuso Solís Sánchez.

El desfile

La primera intimidación que tuvo efecto, fue sobre Carrier, empresa especializada en sistemas de aire acondicionado, que se retractó del anuncio que hizo desde febrero del año pasado, de cerrar dos plantas que tiene en Indiana y trasladar esos 1,000 empleos a las nuevas instalaciones que construyó en Monterrey.

Cuando la empresa explicó a Trump que ya tenía construida la planta, la incendiaria respuesta fue “tírenla o quémenla, no me importa”.

Mark Fields negó presión del candidato electo (Cortesia Ford).
Mark Fields negó presión del candidato electo (Cortesia Ford).

La segunda que se sometió para evitar problemas futuros, fue Ford Motor Company. La automotriz contemplaba invertir 1,600 mdd para levantar una nueva planta en San Luis Potosí, pero en cuanto aquél le mostró el látigo y declaró que “la inversión de Ford en México es una desgracia absoluta” y que eso no sucederá más en cuanto él asuma la presidencia, inmediatamente  Ford emitió un comunicado donde su presidente y CEO, Mark Fields, negó que Trump haya influido y dijo que la decisión obedeció a “necesidades de mercado”; sin embargo, más tarde sus comentarios fueron más que evidenciados por el mismo candidato electo quien agradeció a la compañía “por descartar una nueva planta en México y crear 700 empleos nuevos en Estados Unidos. Es sólo el comienzo, mucho más seguirá».

Sergio Marchionne, contempla movimientos. (Archivo Al Volante).
Sergio Marchionne, contempla movimientos. (Archivo Al Volante).

Sergio Marchionne, presidente del grupo Fiat Chrysler (FCA), también se apanicó y durante el Salón de Detroit reconoció la posibilidad de que suspender la producción de automóviles que la compañía tiene en México y trasladarla a Estados Unidos en caso de que la nueva administración de ese país cumpla su intención de imponer altos aranceles.

Explicó que las plantas que FCA construyó en México fueron diseñadas y preparadas para construir vehículos que se exportarían a Estados Unidos, y si ese país incrementa los impuestos, pues el negocio dejaría de ser rentable para la compañía.

Más tarde FCA reafirmó ese plan al anunciar, en un comunicado, que invertirá mil mdd en sus plantas de Illinois y Ohio, para regresar a Estados Unidos la producción de la Ram Heavy Duty que hoy fabrica en Saltillo, Coahuila, y apuntó que pretende equipar ambas plantas para armar ahí la Jeep Cherokee y recibir nuevos vehículos Jeep.

Corolla es la manzana de la discorida (Cortesía Toyota).
Corolla es la manzana de la discordia (Cortesía Toyota).

Para continuar con el show extra de Detroit, la última en sentirse amenazada por el “efecto Trump”, aunque también lo niega, fue la japonesa Toyota. A pesar de recibir el apoyo de su gobierno por las amenazas que le hizo el candidato electo, su presidente en Norteamérica, Jim Lentz, anunció que la firma invertirá 10 mil mdd en Estados Unidos en los próximos cinco años como parte de su “estrategia de negocios”.

Previamente Trump amenazó a la empresa japonesa con imponerle aranceles si cumplía su plan de invertir en Baja California para producir el Corolla que vende en Estados Unidos y aunque Toyota respondió que el plan no afectaría su producción en EU, pero después Lenz dijo que la planta en México es una decisión de largo plazo. (El auto en realidad se producirá en Apaseo El Grande, Guanajuato y no en Baja California).

 (El contraste

El otro lado de la moneda son la estadounidense General Motors y la alemana Volkswagen que, la situación las pinta como las rebeldes, porque a pesar de las intimidaciones del magnate, mantienen firmes sus planes de crecer en México.

Para empezar, Mary Barra, directora Ejecutiva de GM, anunció también en Detroit, que la empresa no pretende modificar sus planes, que fabricará el nuevo SUV GMC Terrain en nuestro país y continuará en San Luis Potosí la producción del sedán compacto Cruze, pero además, expandirá la producción de su planta en Canadá con la SUV Equinox.

GMC Terrain 2018 saldrá de las plantas mexicanas. (Cortesía GM).l
GMC Terrain 2018 saldrá de las plantas mexicanas. (Cortesía GM).

GM tiene comprometida, desde 2014 a 2018, una inversión de 5 mil mdd para expandir sus plantas de San Luis Potosí, Estado de México, Guanajuato y Coahuila.

Por su parte, Herbert Diess, presidente de Volkswagen, negó haber tenido contacto con Trump y tampoco teme ser atacado en el Twitter de ese personaje, al dejar claro que la firma alemana seguirá adelante con los programas que tiene en las plantas de Puebla y Guanajuato, así como con la construcción de vehículos eléctricos en territorio estadounidense.

Herbert Diies, Volkswaagen (Cortesía Twitter-com).
Herbert Diess, Volkswagen (Cortesía Twitter-com).

 

Léa también

El poder de las marcas

Por Edgar Morín / Especial para Al Volante ¿Cuáles son las marcas de automóviles más importantes? …